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juicio con jurado popular > muerte de dos niños en vistabella (2011)

Los psiquiatras dan por hecho que el doble crimen fue planificado

   

parricidas Vistabella

La acusada, entre los letrados Fernández Del Torco y Llanos. / J. GANIVET

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“¿Acto impulsivo? No, no… Lo que pasó se preparó, fue planificado”. Con esta contundencia respondieron ayer las psiquiatras que han examinado a Sonia y Ponce, dos acusados por la muerte de los dos niños fallecidos en una vivienda del santacrucero barrio de Vistabella en diciembre de 2011.

Las especialistas centraron la quinta jornada del juicio que celebra la Sección Sexta de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife. Su testimonio refrendó las conclusiones que han obtenido tras entrevistarse periódicamente con los dos acusados, y que fueron adelantadas en su día por DIARIO DE AVISOS: ni Sonia ni Ponce presentan patología mental alguna, y distinguen perfectamente entre lo que está bien y lo que está mal.

Eso sí, aportaron un dato que no obraba hasta ahora en el expediente: el hombre les explicó que pensaban utilizar la bombona de butano para llevar a cabo su pacto asesino, consistente en acabar con la vida de los niños y luego con la suya. Sin embargo, añadió que él lo vivía como un juego.

Sobre la mujer, madre de los dos pequeños fallecidos, reafirmaron de nuevo que les confesó (como al CNP, a la Policía Local y al personal de Urgencias) que fue ella la autora material del doble crimen, terrible acto que Sonia ha venido a negar en el inicio de esta vista oral y que justificó ante las doctoras aduciendo que se había tomado la Justicia por su mano, en alusión a unos supuestos abusos sexuales a Tindaya (la mayor, de 11 años) que en su día descartó un especialista tras examinarla.

A través de la pregunta de la Fiscalía, estas especialistas relataron que Sonia ingresó en 2003 en la Unidad Psiquiátrica de La Candelaria como reacción a la ruptura con Marcos, el padre de Tindaya. En uno de estos ingresos conoce a Ponce y ya comunica la idea de una familia… que solo terminará con el pacto asesino ya descrito.

Sobre los hechos, en un primer relato asume la autoría del doble crimen para en una segunda versión explicar que Ponce el Curandero tenía constancia, al punto que habría “rematado” a los niños con la almohada, en expresión que las psiquiatras atribuyen como textual a Sonia.

Sobre él, les negó que hubiera matado a los niños (el segundo, Joseba de 5 años, es hijo biológico suyo) pero sí que se sentía responsable. Ponce les confesó la existencia del fúnebre acuerdo, y fijó como desencadenante la presión que sentía al ser requerido por la Guardia Civil. Al anunciar a Sonia que pensaba matarse, la mujer habría dado por hecho que al fin se activaba el pacto y mató a los niños.

Aunque el acusado insiste en que no daba mucha importancia a ese pacto, Sonia le dijo a las doctoras que la carta manuscrita por él que recoge el acuerdo se escribió antes de que los pequeños fueran asfixiados.

Los psicólogos testificarán el próximo lunes, día en que las partes elevarán sus conclusiones.

Un tío de Tindaya, molesto con la otra acusación

Jaime, hermano de Marcos y por tanto tío paterno de la niña fallecida, manifestó ayer a DIARIO DE AVISOS su malestar con el papel que ha jugado hasta ahora la otra acusación, que representa a la rama materna de la familia de la niña. “Estoy indignado; no hemos hablado con la prensa en todo el proceso ni lo volveremos a hacer, pero quiero denunciar el estupor y la rabia que nos provoca ver a una acusación actuando como abogado defensor de uno de los acusados. Entendemos que el abogado de un asesino luche por rebajarle la pena porque es su papel, pero ir de acusador y luego hacer otra cosa en el juicio no parece ético. Los dos acusados ya cuentan con sus abogados”, añadió el indignado familiar.