YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife
Tras más de tres meses de retraso sobre la fecha prevista, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz recibió ayer el mandamiento judicial que habÃa solicitado para poder entrar en la antigua fábrica de yogures Celgán, al negarse la empresa propietaria a dar un permiso, y comenzar asà con el derribo, según explicaron desde el Consistorio local.
La Gerencia preveÃa disponer de este documento para comienzos de septiembre y tener asà el inmueble derribado para finales de octubre. Sin embargo, con este retraso, las obras no comenzarán hasta dentro de unas semanas, ya que, además, aún no está redactado el proyecto de derribo del edificio. En este sentido, técnicos de la Gerencia accedieron ayer al lugar para valorar el estado actual de la fábrica.
El Ayuntamiento ha iniciado la ejecución subsidiaria de la intervención, ya que la empresa declaró que no tenÃa capacidad económica para ejecutar el derribo. Esto significa que el Consistorio asume el gasto de la obra, presupuestada en torno a los 200.000 euros, pero luego girará, a través de una liquidación, a la empresa, y si voluntariamente no afronta los pagos y se declara insolvente, para lo que dispone de seis meses, se procede al embargo de sus bienes.
Un inmenso agujero preside el patio interior de la fábrica, lo que hizo saltar, a finales de 2012, las alarmas en Urbanismo ante el riesgo para las personas que allà se refugiaban y para la estabilidad de la estructura. Los técnicos estimaron que los edificios debÃan ser demolidos.