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Los empresarios no son tan malos

La Cámara de Comercio asesoramiento emprendedores
La Cámara de Comercio ofrece asesoramiento a los emprendedores para montar su pyme. / DA

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Tradicionalmente el empresario ha tenido una imagen negativa. El concepto de patrón trajeado, con puro y obstinado por ganar dinero a toda costa está muy arraigado en la sociedad, especialmente en Canarias donde más del 70% de las empresas que hay en las Islas tienen menos de 10 empleados, aunque sus jefes participan de manera activa en la marcha de la empresa.

Con la llegada de la crisis y la necesidad de obtener un empleo, los ciudadanos están siendo cada vez más conscientes de la importancia de las empresas como generadoras de puestos de trabajo y reactivadoras de la economía. Sin embargo, no es suficiente, ya que el 78% de los trabajadores de las Islas pertenece al sector privado, frente al 22% del público.

Una encuesta elaborada por la Institución Futuro correspondiente al mes de octubre de este año demuestra el desconocimiento absoluto de los ciudadanos sobre los beneficios que éstas aportan a la sociedad.

Prueba de ello es que el estudio revela que el 43% de los españoles opina que las empresas generan efectos negativos. Sorprendentemente, solo el 55% de los encuestados señala la generación de empleo como un efecto positivo cuando la tasa de paro del país supera el 20,7%. El 21% opina que es positivo que la empresa pague impuestos y el 27% cree que contribuyen al crecimiento económico.

Por contra, el 79% de los encuestados considera también que las pymes y sectores, como el agroalimentario (76%), están haciendo esfuerzos para beneficiar al conjunto de la sociedad.

¿Pero qué aportan realmente los empresarios vía contratación, pago de impuestos y formación? Todos los trabajadores por cuenta ajena tienen un contrato del que la empresa les retiene una parte para el pago del IRPF y de la Seguridad Social. Pero es que, además, la empresa paga una cantidad nada despreciable de dinero a la Seguridad Social. Según datos de la OCDE, de cada 100 euros que paga el empresario español, al bolsillo del trabajador medio le llegan únicamente 58,6 euros, el resto (contribuciones a la seguridad Social del trabajador y del empleador e IRPF) acaban en la cesta o en el baúl de la administración.

En este punto, España se sitúa en el promedio de la Unión Europea, pero otros países como Dinamarca, Noruega o Reino Unido recaudan menos en este capítulo y, sin embargo, ofrecen al ciudadano unos buenos servicios públicos. Es más, lo que paga el empresario directamente a la Seguridad Social por cada trabajador es bastante superior a la media europea. Por ello, es importante que, a la hora de comparar los costes salariales españoles con los de otros países, se tenga en cuenta las contribuciones a la Seguridad Social. Así, en países como Dinamarca o Chile las empresas no pagan por este concepto, mientras que en España dicha contribución es del 30% del salario bruto.

Pero cuidado, contribuciones bajas o inexistentes no significa menores costes laborales porque esto depende también del nivel salarial del país.

Además de estas aportaciones, las empresas tienen que pagar otros impuestos como el de sociedad y el IVA que contribuyen al sostenimiento de la administración y sus servicios. En España, el tipo de impuesto de sociedad es del 30% para las grandes empresas y del 25% para las pymes. Comparando estas cifras con el resto de impuestos de sociedad de los países de la Unión Europea (UE), este tipo es 4 veces más elevado que el de la UE, aunque con matizaciones, indica el estudio, ya que hay que tener en cuenta las deducciones y exenciones fiscales que aplica cada país.

Con lo que respecta al IVA (IGIC en Canarias), con un tipo impositivo máximo del 21%, España se sitúa en la media de la UE y es uno de los pocos países con un tipo superreducido para algunos bienes. A estos impuestos, también hay que añadir otros que las empresas pagan a la administración por distintos conceptos, como por ejemplo, impuestos sobre la propiedad, la transmisión de la propiedad, dividendos, ganancias de capital, transacciones financieras, así como las tasas de basura, vehículos y circulación.

Otro de los gastos de las empresas es en la formación de sus trabajadores, ya que esto redunda en el beneficio de la propia empresa, y en este caso, España se sitúa en los primeros puestos de la UE con un porcentaje de inversión del 75%, por encima de la media de la UE. Dicha formación supone un coste laboral para las empresas de tan solo el 1,6%. Muchas empresas, no todas, contribuyen además al patrocinio y sostenimiento de entidades sin ánimo de lucro. En este punto es Estados Unidos el país que se lleva el primer puesto.

Todo esto sin profundizar en la tremenda maraña burocrática a la que se tienen que enfrentar para crear una empresa. Según el último informe Doing Business (Hacer negocios) que elabora el Banco Mundial, para que una compañía empiece a andar necesita una una decena de trámites y una media de 23 días.

De hecho países como Zambia o Uzbekistán están por delante. Por ello, este informe, realizado para que se conozca lo que aportan las empresas a la economía del país, recomienda que, a partir de ahora, se tenga en cuenta que, por ejemplo en el caso de España, para que un trabajador reciba un euro, el empresario deberá pagar 1,71.

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Francisco Trujillo
Ferretería Conrada, S.L.

“Se debe premiar a los que mantienen el empleo”

Francisco Trujillo dirige una empresa familiar. Su abuelo abrió la ferretería en Santiago del Teide, en el sur de la Isla, en el año 1969 y desde entonces sigue abierta. Es una de las pocas pymes que ha resistido a esta terrible crisis y que ha mantenido el empleo. “Hemos tenido que diversificar porque al caer la construcción nos hemos visto afectados. Entré en la crisis con dos trabajadores y sigo con dos empleados, a pesar de tener la mitad de ingresos, y esto a base de mucho esfuerzo, y no se premia”. Trujillo precisa que “la administración tendría que bonificar de alguna manera a aquellas empresas que, en momentos como el actual, hemos mantenido el empleo rebajando de alguna forma los costes de los empresarios”. Todos ganamos”, puntualiza, “ya que ese empleo no se pierde y la administración no tiene que mantener a este empleado pagándole el paro”.

José Antonio Rodríguez
Grupo JR

“En las Islas no se valora el esfuerzo de las empresas”

José Ángel Rodríguez es el propietario del grupo empresarial JR y tiene muy claro que como la situación siga así se tendrá que ir de Canarias. Critica el escaso apoyo de las administraciones a las empresas y señala que es positivo que se intenten crear nuevas empresas; “pero ¿y las ya creadas?”, se preguntó. Rodríguez tiene varias empresas en Guinea Ecuatorial y Panamá, donde “no voy a tener otro remedio que ir”. “Si no quieren ayudar a las empresas”, matizó, “que no ayuden, pero tampoco pongan impedimentos”. Trujillo fue más allá y aseguró que “el paro desaparecería en el tercer trimestre si se dejara que toda la mano de obra cualificada que hay en las Islas se vaya a trabajar a Guinea Ecuatorial, donde hay necesidad de mano de obra cualificada”. Lamentó que “nos tengamos que ir fuera porque en Canarias no tenemos apoyo” y matizó, “en las Islas no valoran el esfuerzo que hacen las empresas”.

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aportacion empresas via impuestos