Voces en Los Silos – Por Román Delgado

Creo que todas aquellas personas que siguen la actualidad local y se interesan por lo que pasa en la esquina más próxima (la del barrio o la aldea), y además y con atención por lo que se cuece en filos, vértices y rincones de esta isla, ya lo saben: seguro que así es. Pero, por si acaso, ahora me atrevo a repetirlo: ya, aunque con más intensidad si cabe, a partir del 30 de noviembre próximo (sábado), el bello y tranquilo pueblo de Los Silos ha dado paso a la palabra convertida en cuento, en paseo, en literatura, en creación, en regalo, en bondad, en alegría, en interpretación y en música: en todo lo que calma a las fieras. Y es que, por si se hallaba en el limbo, el Festival Internacional del Cuento de Los Silos de 2013 ya palpita en el asfalto y en los adoquines gracias a las actividades paralelas destinadas a escolares, iniciadas el jueves con el verbo y la expresión de la narradora chilena Paty Mix y con la respuesta a modo de sonrisa, alegría y andares de buen humor, que en todo se nota, ¡sí mi niño!, de varias decenas de pequeños. En Los Silos ahora manda la palabra procesada como creación literaria en alianza natural con la interpretación, la elegancia, la bondad y la humildad, y sobre todo con la entrega de un pueblo, un municipio y una comarca, la Isla Baja, que hace ya más de 18 años, los de existencia de la muestra, que sí es verdad que alcanzó la mayoría de edad en este especial saber estar y saber consolidar lo bueno, lo que importa. Este festival de cultura, nacido de un germen con dos núcleos: ilusión y magia, ya es uno de los más longevos en la Isla, que la crisis, la anticrisis y también decisiones torpes adoptadas y ejecutadas hacia la misma liquidación han llevado a otras convocatorias a la triste desaparición. Pero la muestra de Los Silos es letra de otro cantar…; de una canción que, por fortuna, tiene que ver con el sonido que luce de forma insistente, desde hace aquellos años y de manera ininterrumpida, en calles y plazas, y en patios, zaguanes, habitaciones y comedores de la gente del pueblo: el motor, la magia de todo esto. Se trata de un impulso que enciende año tras año gracias a la capacidad de Ernesto Rodríguez Abad y su amplio equipo. Ellos algún día tendrán que hablar nítido de esa pócima, quizás desde el 30 de noviembre próximo. En Los Silos… : sí, claro… ¿O es que aún no se ha enterado…? ¡Espabile, ande!

@gromandelgadog

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