La Isla se recupera tras el paso del último frente

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Carlos Alonsó visitó las zonas más afectadas/ DA

J.L.C. / EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

La calma que precede a un nuevo frente. Tal y como apuntaban las previsiones, la lluvia concedió ayer una tregua a la provincia tinerfeña, aunque un chaparrón en la capital -casi 37 litros por metro cuadrado en dos horas- y varias trombas más en el área metropolitana hicieron temer nuevos episodios de caos como los vividos el lunes y el viernes.

Nada más lejos de la realidad. La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, en base a la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), dio por finalizada la alerta por lluvias en la Isla, aunque por la tarde se activó hasta la medianoche el nivel amarillo (bajo riesgo) por la posibilidad de chubascos localmente fuertes.

La resaca del temporal, no obstante, dejó cortes de vías, lodo e inundaciones en viviendas y locales comerciales en distintos puntos de Santa Cruz de Tenerife, El Rosario, Candelaria y Güímar. El presidente del Cabildo insular, Carlos Alonso, visitó los puntos más afectados por las precipitaciones, que en algunas zonas superaron los 90 litros por metro cuadrado. Alonso realizó este recorrido en compañía del alcalde de El Rosario, Macario Benítez, y el alcalde accidental de Candelaria, Jorge Baute, así como por los vicepresidentes de la Corporación, Aurelio Abreu y José Antonio Valbuena; la consejera de Medio Ambiente, Ana Lupe Mora; el consejero de Aguas, Jesús Morales; la directora de Carreteras, Ofelia Manjón, además de técnicos del Consejo Insular de Aguas.

Durante el recorrido, el presidente constató el estado de las vías y barrancos de Tabaiba, Varadero, Barranco Hondo y Bajo La Cuesta, donde los operarios seguían realizando labores de limpieza para restaurar la normalidad. Las zonas más afectadas fueron Barranco Hondo y Varadero, aunque no se produjeron daños personales. Los efectos del temporal también se dejaron notar en La Laguna, Radazul, Tabaiba y el Valle de Güímar, provocando cortes de carreteras, inundaciones y algunos desprendimientos. “Estamos evaluando las medidas necesarias para reforzar los puntos críticos, sobre todo en los cauces de los barrancos”, destacó Carlos Alonso.

Debido a la intensidad de la lluvia, la TF-1 se colapsó a causa de una escorrentía en el tramo entre Tabaiba y Barranco Hondo, en dirección sur, que anegó la vía, y se tuvo que cerrar el carril de incorporación y el carril derecho a la altura del kilómetro 11, aunque fueron abiertos ayer.

Mientras, en Candelaria medio centenar de vecinos de Bajo La Cuesta pasaron la noche del viernes incomunicados por la rotura de la carretera de acceso debido al fuerte caudal de agua que llevaba el barranco. Esta situación quedó solventada a primera hora de la mañana de manera provisional gracias al trabajo realizado por el personal de Obras y Servicios, según informó el ayuntamiento, que incluso desactivó el Plan de Emergencias.

El temporal, que obligó el viernes al Gobierno de Canarias a decretar la situación de alerta, también provocó el cierre del túnel de la Vía de Ronda y el de la antigua estación de guaguas de La Laguna, donde la lluvia anegó varias vías de la ciudad como la Calle Pablo Iglesias entre la ermita de San Juan, la calle San Juan y la Avenida Trinidad.

El presidente del Cabildo valoró el trabajo realizado por más de 50 efectivos de Carreteras, bomberos y personal del Consejo Insular de Aguas, que trabajaron en coordinación con los ayuntamientos para solucionar a la mayor brevedad los problemas que presentan las zonas afectadas. En concreto, se tuvo que actuar en la autopista TF-1, a su paso por Tabaiba, Radazul, Barranco Hondo y Caletillas; en la Carretera General del Sur (TF-28), y en la autopista TF-5, en la avenida Lora y Tamayo.