Siempre en el corazón

La familia de José Ignacio Isla con Iciar, su eterna compañera, sus tres hijos y su nieta Ana. | PERU URRESTI

LUIS DE LA CRUZ | Getxo (Vizcaya)

José Ignacio Isla, durante más de dos décadas, se convirtió en el embajador del pueblo vasco en Canarias. Por su forma de ser se ganó el cariño y el respeto de todos. Afable, cercano, con carácter y adelantado a sus tiempos aportó muchas cosas para el crecimiento de nuestros deportes autóctonos y juegos tradicionales canarios. Acudía puntualmente a la final de arrastre y los premios de la Diputación de Vizcaya son codiciados por nuestros guayeros, que siempre lo llevan en su corazón.

Nos dejó pero se quedó un enorme legado de complicidad y de lazos de amistad entre dos pueblos. Una amplia representación de las Islas estuvo presente el pasado sábado en el homenaje que Getxo le rindió a unos de sus ciudadanos ilustres.

aurresku de honor para Isla y su familia, que son muy queridos y respetados en Getxo. | P.U.

El acto fue sencillo, emotivo y muy dinámico: el grupo Itxartu hizo un recorrido por el folklore local con la interpretación de dantzas vascas y con el aurresku de honor, un saludo en todo regla para el homenajeado y su familia, que puso los pelos de punta a todos los presentes. LLegó el momento de los discursos y de palabras emotivas de recuerdo para un campeón de las tradiciones y la unidad de los pueblos.

Emocionado

Amigo de sus amigos, sencillo y con el compromiso de convertir el arrastre en uno de los deportes punteros de Canarias, Pedro Molina, hizo un recorrido por los 25 años de amistad con José Ignacio Isla: “Es difícil resumir en tan poco tiempo, los lazos de amistad entre el pueblo canario y vasco. Isla era una persona grande y también una gran persona. Nos ha ayudado mucho a llevar el arrastre adonde está ahora mismo y la importancia que tiene en el tejido social de Canarias. En innumerables ocasiones nosotros hemos estado en Vizcaya y muchos vascos en Canarias. Su manera de ver e interpretar las cosas nos unió y seguiremos realizando cosas conjuntas, con el objetivo de elevar nuestras tradiciones y elevarlas porque son las señas de identidad de un pueblo”.

Toda una vida juntos y con una familia ejemplar: con tres hijos muy cercanos, Iciar Iona, la esposa de Isla, remarcó: “Tanto yo como mis hijos agradecemos a todos el cariño que siempre le han dispensado a José Ignacio y lo que nos ha aportado tanto Pedro Molina como su equipo. Siempre que hemos viajado a Canarias hemos estado como en casa y eso nunca se paga con dinero y todas las sensaciones siempre van directas al corazón”.

Fernando Clavijo, alcalde de La Laguna, hizo llegar una bandera del municipio a la familia de Isla que fue entregada por Pedro Molina. | P.U.

Otro que no pudo contener la emoción fue Juan Miguel Ranero, el actual presidente de la Federación de Deportes y Juegos Tradicionales Vascos: “La vida a veces te da palos como dejarte sin un gran amigo y compañero en la Federación pero no queda otra que seguir para delante y cumplir con los objetivos marcados desde hace tantos años. Vamos a seguir luchando para que nuestros deportes y juegos tengan un sitio preferente en la sociedad vasca. No solo que nos identifique como pueblo, sino ir tocando puerta a puerta para que tengan presencia activa en los centros educativos de la comunidad y un lugar importante en las diferentes actividades que se organicen en los pueblos para demostrar la importancia del legado que nos dejaron nuestros antepasados”.

La mañana cargada de emociones se abría paso; por fuera del pabellón que lleva el nombre de José Ignacio Isla le tocó el turno de palabra a Imanol Landa, alcalde de Getxo: “Isla no solo fue un gran presidente de nuestros deportes, sino que como concejal de Deportes de Getxo participó de manera activa para tener en la actualidad un programa extenso de actividades, donde el deporte marca ejes transversales para mejorar nuestra calidad de vida, dejando patente siempre valores fundamentales como son la amistad y la nobleza entre los pueblos”.

Por su parte, José Luis Bilbao, presidente de la Diputación de Vizcaya, también estuvo presente en el homenaje para decir: “Tengo innumerables recuerdos de José Ignacio Isla, uno de los grandes defensores de nuestras tradiciones y contribuyendo de manera decisiva a que Vizcaya se conozca en el exterior por lo que hacemos y estaremos eternamente agradecidos por su gran trabajo”.

El levantamiento y el pulseo de piedra no podía faltar a la cita. | P.U.

Los mejores se dieron cita en el pabellón José Ignacio Isla para demostrar las excelencias de los deportes rurales vascos. Inar Urruzuno e Izeta II realizaron diferentesexhibiciones de las distintas modalidades de levantamiento de piedra. Dotados de una enorme técnica, levantaron en diferentes ocasiones al público de sus asientos.

A continuación le tocó el turno a la savia nueva de las tradiciones. Son unos máquinas; no pararon de cortar troncos con rapidez pero también con constancia: Julen Larrea y Zeali II, con tan solo 15 años, se han ganado a pulso el cariño y respeto de una afición muy entendida que siempre se rinde ante el nivel exhibidos por unos jóvenes que vienen pegando fuerte con ganas de hacerse un hueco en el corazón de los aficionados.

Amigos y compañeros de Isla durante décadas, Julián Larrea, a sus 84 años, dio un recital en la modalidad de Tronza con uno de sus hijos, que se midieron ante Erleaga y Santos, de 65 años. Fue el momento central de la exhibición marcando, el ayer, el hoy y también el mañana de los deportes y juegos tradicionales de cualquier pueblo del mundo.

Los veteranos se suman a la gran fiesta de las tradiciones y emocionan a los aficionados. / Peru Urresti

Otros dos deportistas que también dejaron su impronta en la exhibición fueron Aitor Atuxa, campeón de Vizcaya en la modalidad de cortar troncos. Arrancó muchos aplausos por demostrar su enorme habilidad en una de las modalidades con más seguidores dentro del territorio vasco.

Al término del acto, los responsables de la federación y la familia de José Ignacio Isla hicieron entrega de un recuerdo a todos los presentes. Más tarde, un almuerzo de hermandad, donde también estuvieron presentes, representantes de los deportes tradicionales de Asturias. Un acto para el recuerdo de una de esas personas que cuando la conoces no queda otra que llevarla en el corazón.

Diferentes modalidades deportivas se sumaron al homenaje de uno de los grandes de Euskadi. / P. U.