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Sin ciencia y sin desarrollo – Por María Fresno

   

Canarias tiene dos puntos débiles: el paro y su escasa inversión en I+D+i. Yo apuntaría incluso más debilidades, pero dado que los representantes de las 17 mayores empresas de España solo ven estas, no seré yo quien añada más leña al fuego. Lo del paro, ciertamente, clama al cielo, sobre todo teniendo como sostén al sector turístico. Pero lo de la inversión en investigación y nuevas tecnologías ya es de juzgado de guardia. El Archipiélago tiene las condiciones medioambientales idóneas y gratuitas para ser líderes, por ejemplo, en energías renovables. Las Islas podrían colocar a España en el ranking de este tipo de fuentes alternativas para no ser un lastre, ya que toda la Península tiene que pagar nuestro coste energético que, por cierto, es elevadísimo. Hay dos pruebas claras de que, por las razones que sean (probablemente porque no da votos) la investigación en Canarias no interesa lo más mínimo. Una es la inversión que en el mes de agosto tuvo que hacer el Gobierno de Senegal para salvar, literalmente, al Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales, cuyos proyectos se encontraban en serio peligro tras quedarse sin el dinero que recibía del Campus de Excelencia y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). La otra, y más reciente, es la ofensiva del propio Gobierno regional para cerrar el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC). La versión del Ejecutivo ya la conocemos, pero sorprende la del rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Dómenech, quien, en declaraciones a este periódico, dejó entrever que le preocupa más que los proyectos que el ITC tiene firmados con la ULL se vayan a Las Palmas que el hecho de que el propio centro eche el cierre. Es decir, que si se compensa a Tenerife por la marcha de estos proyectos que serán asumidos por la Fundación Parque Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, no importa que el ITC desaparezca. Increíble. El cierre del Instituto Tecnológico de Canarias es un drama no solo para los trabajadores e investigadores del centro, sino para la investigación en general en las Islas. Es una mala noticia que, a largo plazo, nos dejará cojos, ciegos y mudos en competitividad y desarrollo. Todo este tipo de acciones no colocarán a Canarias a la cola en investigación, simplemente desaparecerá del listado. Dijo Louis Pasteur que “la ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de todo progreso”. ¡Cuánto camino nos queda por recorrer!

@MariaFresno72
Blog de María Fresno