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Un arrecife artificial para San Andrés

   
oleaje san Andrés

En la foto aérea de San Andrés, se puede ver la ubicación aproximada del arrecife, que tendría forma triangular y estaría sumergido. La franja blanca y las rojas indica el lugar donde las olas mayores romperían y perderían el 90% de su fuerza. / MOISÉS PÉREZ

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

La Federación Canaria de Surf ha elaborado una alternativa a la prevista escollera que protegerá el barrio de San Andrés de los temidos oleajes del Sur. Los surferos plantean una solución que califican de “innovadora”: la construcción, frente al popular barrio capitalino, de un arrecife artificial, cuya estructura, sumergida, no tendría impacto visual, de modo que frenaría solo las olas de mayor altura -que son las que inundan el barrio cada cierto tiempo- y tendría además como ventajas la multiplicación de la vida marina en la zona, lo cual beneficiaría a los pescadores, y la creación de un atractivo para los submarinistas, generando actividad económica.

Así lo ha explicado a este periódico el presidente de la federación surfera regional, Ángel Lobo, quien asegura que esta idea la conoce ya la Autoridad Portuaria, “a través del técnico que elaboró el proyecto del dique previsto, y quien consideró que el arrecife artificial podría funcionar”, y también es sabedor de esta propuesta el alcalde santacrucero, José Manuel Bermúdez.

El arrecife no tendría un coste superior al dique convencional proyectado, y podría tener varios diseños, como algunos que ilustran este reportaje, bien como alforjas que servirían, además, como criadero para los peces, o bien con el aspecto de una gigantesca colchoneta de formas redondeadas, tal cual se hizo en el sur de Inglaterra.

La finalidad de este obstáculo submarino sería lograr que las olas rompan en este punto, donde se convertirían en espuma y perderían el 90% de su fuerza. La onda restante, ya muy debilitada, atravesaría el espacio entre el arrecife y la costa, que se mantendría de aguas profundas, pero ya sin provocar inundaciones en el barrio santacrucero.

Según precisa Ángel Lobo, una ola de un metro suele romper a un metro de profundidad, y una de tres, que son las que ya pueden hacer daño a San Andrés, lo haría a tres metros. Por tanto, bastaría interponer en su camino ese arrecife, sin necesidad de que este aflorara por la superficie del océano, para proteger a este núcleo costero de los embates de la mar de fondo del sur.

El representante de los surferos canarios, que es además profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de La Laguna, señala que el problema de este litoral poblado es que el oleaje rompe a solo siete metros de la orilla, por lo que la idea es que las ondas marinas pierdan su fuerza a unos cientos de metros de la avenida marítima.

En cuanto a los beneficios económicos del arrecife artificial, Lobo insiste en que están incluso contemplados en la Ley de Pesca de Canarias, porque “allí donde se crean, la vida marina se multiplica, al ser un criadero de alevines, y no hay que olvidar que San Andrés es un barrio pesquero”.

La construcción del dique, que sufragará la Autoridad Portuaria con 4 millones de euros, está pendiente de la declaración de obra de emergencia por el Ministerio de Medio Ambiente y de despejarse dudas sobre posibles reclamaciones del concesionario del puerto deportivo que en su día se proyectó para ese ámbito.

Ángel Lobo Rodrigo,

Ángel Lobo Rodrigo, presidente de la Federación Canaria de Surf. | DA

Ángel Lobo Rodrigo
Presidente de la Federación Canaria de Surf

“No hay que temer innovar, lo fácil es el dique”

Ángel Lobo cree que construir un dique convencional sería “una solución derrotista y con impacto visual”, mientras que el proyecto de la federación que preside “es más vanguardista, sin impacto”, con las ventajas de favorecer la pesca y las actividades deportivas relacionadas con el mar. “No hay que tener miedo a innovar, lo fácil sería hacer lo de siempre”, apostilla.

Olas nacidas a miles de kilómetros al sur de las Islas

Las olas que se intenta refrenar con el arrecife artificial se originan muy lejos del Archipiélago, provocadas por las grandes borrascas en el Hemisferio Sur, en el triángulo que abarca la Antártida Argentina y Sudáfrica. Ocurre entre mayo y principios de octubre.

Esa mar de fondo que causa destrozos en San Andrés tarda más de una semana en llegar a nuestras latitudes, por lo que se puede predecir con días de antelación, y ahí han puesto su grano de arena los surferos, que en más de una ocasión han advertido de ese riesgo a las autoridades.