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“Reconozco que soy un murguero frustrado”

   
El alcalde durante la entrevista. | SERGIO MÉNDEZ Bermúdez siempre se disfraza de mujer con su grupo de amigos. | S. M. Siempre sale con un grupo grande de amigos. | S.M. Le gusta mucho ir de incógnito, "de eso se trata", dice. | S. M.
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Bermúdez siempre se disfraza de mujer con su grupo de amigos. | S. M.

YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife
Foto: SERGIO MÉNDEZ

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, reconoce ser un gran carnavalero, y hasta murguero frustrado, que ha vivido intensamente estas fiestas desde pequeño. De hecho, aún se le puede encontrar en la calle disfrutando de la noche del Carnaval, aunque cueste identificarlo. Una pista: siempre va disfrazado de mujer.

-¿Es usted carnavalero?
“Evidentemente sí, muy carnavalero. Desde niño mis padres me sacaban por las tardes disfrazado, y luego pasé a la época de estudiante en los kioscos con mi grupo de amigos de toda la vida, igual en la facultad y así hasta ahora. Si he dejado de salir ha sido por algo puntual o una gripe porque siempre los he vivido muy intensamente”.

-¿Nos lo podemos cruzar entonces por las noches del Carnaval?
“Por supuesto, y espero que este año lo pueda disfrutar, ya que el año pasado no salí ningún día”.

-¿Y se le puede reconocer?
“Espero que no, se trata de eso. Yo saldré disfrazado con un grupo grande de amigos que iremos todos iguales. Se me puede intuir pero voy a intentar pasar lo más desapercibido posible”.

-Una pista…
“Siempre vamos de mujer. Si dejara entrever de qué vamos, los demás del grupo no me lo van a perdonar, así que no lo voy a decir, solo digo que tiene que ver con algo que está muy de moda en Santa Cruz, pero no puedo decir mucho más”.

-Entonces, ¿se suele disfrazar de mujer?
“Siempre nos hemos disfrazado de mujer, desde la facultad con mi grupo de amigos, que hemos ido de azafata, de marinera, de policía… Pero siempre de mujer”.

-¿Y es más de Carnaval de día o de noche?
“Pues francamente a mí me gusta mucho el Carnaval de día. Mucha gente hoy sale al Carnaval de día y empata a la noche y se va a una hora prudencial, y es algo que cada vez se ve más. A mí me gusta combinar el día con la noche, es muy divertido”.

-¿Qué recuerdos tiene del Carnaval siendo niño y joven?
“Cada época de tu vida tiene un Carnaval diferente. Hay gente que recuerda épocas de su vida por las canciones, yo soy uno de ellos, pero también por los Carnavales, por cómo los viví. No es el mismo el Carnaval en el que ibas a los kioscos de los estudiantes que el de niño cuando ibas con tus padres o el de adolescente cuando tenías que estar a medianoche en tu casa y salías con tus amigos y no pasabas de la plaza de la Candelaria. Y, además, cuando vas creciendo vas ocupando zonas diferentes. Es decir, de adolescente estás en la plaza de la Candelaria, un poquito más mayor en los kioscos de estudiantes, luego el Águila y terminas en la zona del Orche, que es donde suele acudir toda la gente de mi edad. Dependiendo de la edad, escoges una zona u otra”.

-¿Hay algo que eche de menos de los Carnavales de antes?
“Yo es que no creo que hayan empeorado. Creo que han mejorado mucho. Cada uno vive el Carnaval en su momento y puede tener nostalgia de lo buenos que fueron esos Carnavales para él, pero no se puede decir en absoluto que hayan empeorado, porque han mejorado mucho. La incorporación del Carnaval de día ha potenciado mucho el Carnaval de la familia y el más tradicional, el que uno vivía cuando era niño. Pero tanto en colorido, como en número de grupos y en variedad, el Carnaval siempre ha ido a mejor”.

-¿Hay algún disfraz que recuerde con especial cariño?
“Han sido unos cuantos . Entre los mejores disfraces que recuerdo está una vez que salimos de campanilla, o el año de Celia Cruz que salimos de Jackie Kennedy, que recuerdo ver a Dámaso Arteaga, quien era el concejal de Fiestas de aquella época, vestido de Jackie Kennedy dándole un trofeo a Celia Cruz. Esos fueron emblemáticos”.

-¿Y qué anécdotas recuerda como carnavalero?
“La verdad es que en todos los Carnavales me lo he pasado francamente bien, no tengo experiencias negativas afortunadamente. Recuerdo cuando se permitía, cosa que ya no se hace, ir al kiosco de Numancia de amanecida, e íbamos unos cuantos pero la cosa se desmadró y al final había mucha gente y ya no parecía lo más lógico estar ahí de día porque incluso se cortaba la calle. Hay muchas anécdotas. Siempre he salido con un grupo de amigos, y durante una época salíamos con coche y vivimos muchas anécdotas, como cuando le dices a tu pareja que vas un momento al baño y vuelves tres horas después, o sales con un grupo de 15 y cuando te das cuenta no tienes a ninguno alrededor, te pierdes y te encuentras a dos de madrugada y a otros tres por otro lado… Son cosas del Carnaval”.

-¿Ha participado alguna vez en alguno de los grupos del Carnaval?
“Soy un murguero frustrado, lo reconozco. Porque cuando estaba en el instituto en mi barrio actuaban los Chichiriviches, en la Cruz del Señor, y de ahí nacieron luego los Mamelucos, que estaban buscando gente en la zona, y yo no pude empezar a ensayar porque en aquella época me coincidió con exámenes y lo consulté con mi familia y al final no pude. Pero tengo muy buen recuerdo de aquel intento y siempre he seguido muy de cerca las murgas”.

-¿Tiene alguna murga favorita?
“Sí la tengo pero nunca la digo. En el caso de las comparsas, desde niño he visto y he asistido a los ensayos de Los Cariocas, porque vivíamos muy cerca. Para mí es muy especial porque soy de Valleseco. Tengo que decir que hoy también me parecen extraordinarias las comparsas y que creo que su progresión en los últimos cinco años, en cuanto a calidad, vestuario y coreografía, es extraordinaria. El concurso de comparsas hoy es para mí uno de los más importantes, con 80, 90 o 100 componentes que hacen un esfuerzo físico y mental durante un montón de tiempo para dar lo mejor de sí y alcanzan el máximo nivel, parecen profesionales”.