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Y la revolución se hizo Escuela

   
Antonio Castro, ‘el Mae’, fundador del Montessori

‘El Mae’ se dirige a los presentes el 8 de marzo de 2013. / JAVIER GANIVET

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Cuando el franquismo celebraba sus bodas de plata allá por 1964, en el corazón del chicharrero barrio del Toscal nació la Escuela Montessori, reconocida como laica y heredera directa de la Escuela Libre de Enseñanza republicana a pesar de que ni siquiera había libertad de culto en este país. Cincuenta años después, la Escuela (sí, con mayúscula) sigue abierta y miles de tinerfeños anidan en su espíritu el legado de una educación distinta cuyo objetivo siempre fue el de crear personas.

Antonio Castro, ‘el Mae’, fundador del Montessori

Homenaje floral de los alumnos ayer. / J.G.

Muchos de ellos se congregaron ayer en la cripta de San José para velar al artífice de que semejante proeza sea real. Se trata de Antonio Castro, aunque todos lo conocen por el Mae, abreviatura de maestro que se ganó a pulso por su crónica afición a ponerles mote a todos y cada uno de sus alumnos. Falleció a los 85 años en la noche del pasado lunes. Inesperadamente, ya que el mismo sábado debatía con la energía habitual estrategias de la Fundación que preservará su gigantesca herencia pedagógica. Dicen que murió como siempre deseó, como lo hizo su padre: descansando en la cama. Junto a él Nieves, su compañera de siempre y maestra de la Escuela. Solo a quien no sepa mirar se atrevería a decir que no tuvieron hijos, cuando suyos son miles y miles.

El objetivo era crear personas, formar humanistas librepensadores en un ambiente laico

Nacido en el Puerto de la Cruz en 1928, sus raíces santacruceras son tan hondas que es hijo de un alcalde capitalino, el republicano Sebastián Castro. Cuando a su progenitor lo encarcelaron en Fyffes por el golpe de Estado del 36, el pequeño Antonio y su madre tuvieron que esconderse de las hordas fascistas. Con el tiempo, donaría a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife la estatua que homenajea a las víctimas de aquella represión. Está justo enfrente de donde Fyffes.

Cuentan que, proclamado heredero de la Escuela Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, la presión franquista obligó a el Mae a optar por un camuflaje que tomó de la italiana María Montessori, al fin y al cabo otra revolucionaria de la Educación. Lo importante era el objetivo de formar a niños y niñas librepensadores y humanistas en un ambiente laico. Desde luego, un sistema educativo en las antípodas del imperante entonces, pero tampoco común al actual.

La Fundación Laica de Enseñanza, que él presidía, garantiza el futuro de su legado

Este revolucionario, porque eso y no otra cosa era el Mae, no solo tuvo problemas con la dictadura. Muerto ya Franco, se solicitó un crédito para ampliar la escuela a dos inmuebles contiguos de la calle de Emilio Calzadilla. Alguien denegó parte del crédito y le impuso intereses más altos de lo que correspondían por los propios estatutos de la entonces Caja de Ahorros. Con aquel dinero se compró el inmueble donde hoy está Secundaria, mientras que un consejero de la entidad adquiría el otro y montaba un club de alterne.

Antonio Castro, ‘el Mae’, fundador del Montessori

Crespón en la bandera republicana, ayer en el Montessori. / J. G.

Un mal día, a cuenta de un impago llegó la orden de embargo de la Escuela. El Mae se plantó frente a la sede de la entidad y, tras tres días de huelga de hambre, sus máximos responsables se enteraron de lo acaecido, levantaron el embargo y adecuaron el préstamo a los estatutos.

Célebre también es la llamada operación Bloque, dentro de la férrea oposición con que el barrio del Toscal quiso frenar el derrumbe de las instalaciones de la vetusta Organización Juvenil Española (OJE). Más de un bloque destinado a aquella obra apuntala desde entonces alguna pared de la Escuela Montessori…

Hoy se despide a el Mae. A las 10.30 deja su amado barrio del Toscal rumbo a Santa Lastenia. Será una ceremonia laica y habrá un espacio para el que desee dedicarle unas palabras antes de la incineración.

Quedan Manolo, Nieves y los demás para que la Fundación Laica de Enseñanza siga con la escuela al menos 50 años más. Este viernes y como cada año, saldrán a las calles de Santa Cruz niños y niñas del Montessori a celebrar el Día Mundial de la Paz. Aunque no le vean no duden: con ellos este año también va el Mae.