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Canarias roza el descenso en la liga de la competitividad

   

REGIÓN PUNTUACIÓN RÁNKING
Comunidad de Madrid 0.479 57
País Vasco 0.175 103
Comunidad Foral de Navarra -0.025 131
Cataluña -0.109 142
Cantabria -0.277 161
Principado de Asturias -0.340 169
La Rioja -0.347 170
Comunidad Valenciana -0.349 171
Aragón -0.351 172
Región de Murcia -0.457 181
Galicia -0.458 182
Castilla y León -0.460 183
Islas Baleares -0.521 188
Canarias -0.618 199
Andalucía -0.649 202
Castilla-La Mancha -0.690 205
Extremadura -0.813 223
Ciudad Autónoma de Melilla -0.930 234
Ciudad Autónoma de Ceuta -1.098 236

 
 

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Por competitividad se entiende la capacidad que tiene una región de ofrecer un entorno atractivo para vivir y trabajar a empresas y personas. Y ¿cómo se mide esto? Pues a través de múltiples indicadores como sus instituciones, estabilidad macroeconómica, infraestructuras, salud, eficiencia del mercado laboral, educación o preparación tecnológica. La buena combinación de todos estos factores es lo que hace que una región sea competitiva y pueda jugar con los más grandes en una especie de liga de campeones.

Pues bien, en esta liga, Canarias roza la zona de descenso ya que se sitúa en el puesto 199 de entre las 262 regiones europeas. La posición del Archipiélago en la tabla clasificatoria que aglutina a las regiones españolas es la sexta empezando por la cola, dejando atrás a Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Ceuta y Melilla.

Los datos aparecen en un estudio realizado por la entidad privada Institución Futuro donde analiza la competitividad de la región de Navarra, pero al mismo tiempo hace una comparativa con el resto de comunidades autónomas y las regiones europeas. Para ello, toma como referencia el índice de competitividad de las regiones de la Unión Europea 2013 (RCI 2013).

De acuerdo con este informe, tan solo hay tres comunidades autónomas españolas (Madrid, País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra) entre el 50% superior dentro de Europa, es decir, por encima de la media de la tabla. De ellas, solo una, Madrid, está dentro del 25%. Por el contrario, 11 regiones españolas puntúan dentro del 35% inferior de las regiones europeas. Entre ellas se encuentra Canarias.

La escasa eficiencia en el mercado de trabajo es el principal freno

Teniendo en cuenta los indicadores medidores de la competitividad, el estudio sitúa a Canarias, por ejemplo, en infraestructuras en el puesto 196, en educación en el 177, en preparación tecnológica en el 198, en innovación en el 232 y en eficiencia en el trabajo en el 239. Solo por referencia, Madrid en este último medidor ocupa el puesto 32 y País Vasco el 77, y en sofisticación empresarial el número 19, frente al 143 del Archipiélago. Lo cierto es que la Comunidad de Madrid lidera casi todos los índices, pero también es verdad que esto se debe a su efecto de la capitalidad.

Aun así, a la vista de los datos, el informe constata que el principal problema de las regiones españolas para atraer empresas, y en consecuencia de Canarias, es la escasa eficiencia del mercado de trabajo, seguido de la falta de innovación y las infraestructuras. De hecho, 13 de las 19 comunidades autónomas (incluidas Ceuta y Melilla) están por debajo del puesto 200.

En cambio, uno de los puntos fuertes de las regiones españoles en comparación con el resto de las europeas es la salud, que mide la esperanza de vida, los fallecidos en carretera, los suicidios o la tasa de mortalidad infantil, entre otros aspectos. En este punto, Canarias, por ejemplo, ocupa un sorprende puesto número 36.

Las instituciones juegan un papel importante a la hora de medir la competitividad de las regiones. En este punto, el informe revela que la corrupción y la estabilidad política son los mayores problemas de España a nivel institucional. De hecho, desde el año 2011 se ha incrementado la pérdida de confianza en la labor del Gobierno y en los políticos y se ha acentuado la preocupación por la corrupción.

El indicador de la estabilidad macroeconómica tampoco deja bien parada a las regiones españolas, especialmente en lo que se refiere al déficit. Este dato, según el informe, supone sin duda uno de los lastres que la economía española se está empeñando en corregir, pero que no consigue superar del todo.

Cabe recordar que entre los años 2005 y 2007 (los previos a la crisis) España registró superávit y su deuda se situaba en torno al 40% del producto interior bruto (PIB) frente al más del 90% de 2013. Como consecuencia, la deuda por habitante se ha más que duplicado, pasando de los 9.000 a los 19.000 euros.

Las infraestructuras buenas, modernas y efectivas también contribuyen a la eficiencia económica al mismo tiempo que impulsan el potencial del mercado local. En este aspecto, según los datos relatados anteriormente, España deja mucho que desear y el informe constata, además, que, con la tercera mayor red de ferrocarril de alta velocidad construida, España tiene la peor relación pasajeros por kilómetro construido.

LEJANÍA E INSULARIDAD

El auténtico talón de Aquiles de Canarias para lograr ser más competitiva si sitúa en la lejanía e insularidad. Se trata de dos condicionantes que ya, por sí solos, impiden competir en igualdad de condiciones con el resto de las regiones autonómicas y no digamos ya europeas. Suponen un verdadero handicap, algunas insuperable, para alcanzar los objetivos fijados.

La directora de estudios de la Cámara de Comercio Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, Lola Pérez, aseguró que estos son condicionantes importantes que frenan la competitividad de las empresas. “Somos un territorio con un mercado limitado donde el transporte juega un papel relevante. De ahí la importancia de tener una buena red de transporte asequible”.

El talón de Aquiles de las empresas canarias se localiza en la lejanía y la insularidad

Pérez explicó que, a diferencia de territorios consolidados, como puede ser Madrid o País Vasco, en Canarias, por ejemplo, no se instalará una fábrica de coches, ya que solo la exportación encarecería el producto. En este sentido, se inclinó por dar valor a los indicadores que sí hacen competitivo al Archipiélago, como el turismo. Además, señaló las nuevas tecnologías, donde el territorio y la distancia no son un problema, como un sector en alza en el que las Islas deben apoyarse y ser líderes.

A nivel europeo, el informe de Instituto Futuro cita a Utrecht, Londres, Berskshine, Estocolmo, Surrey, Amsterdam, Frankfurt, París y Copenaghen como las regiones europeas con mejor puntuación. Una vez más, se comprueba que las regiones más competitivas se hallan en el centro de Europa, con algunas excepciones, como son las áreas de influencia de algunas capitales como Londres, Estocolmo o Helsinki. Las peores, en cambio, están localizadas en el sureste de Europa. En general, cuanto más alejadas estén de ese centro, peor es su nivel de competitividad.

Ninguna nación es competitiva de manera generalizada, es la combinación de estos factores lo que hace que productividad y eficiencia vayan de la mano.