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“Los buques de guerra son una garantía para un entorno estable y seguro”

   
Luis Marcial García Rebollo

Luis Marcial García Rebollo, comandante naval de Santa Cruz de Tenerife. / CEDIDA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

En julio del año pasado tomó posesión de su actual cargo al frente de la Comandancia Naval de Santa Cruz de Tenerife. Sin lugar a dudas, un honor y una responsabilidad para el hoy capitán de navío Luis Marcial García Rebollo desde una capital atlántica con la que guarda lazos desde su juventud.

-¿Cómo se articula la tarea de cubrir un área de responsabilidad de casi 1.500.000 kilómetros cuadrados del Atlántico que protege la Armada en Canarias?

“El control de esta vasta superficie tiene su centro neurálgico en el COVAM, el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima de la Armada en Cartagena, donde también se realiza el control de la Zona Económica Exclusiva y del Mar Territorial de la Península, Baleares, Ceuta, Melilla e islas y peñones norteafricanos, sin olvidar las denominadas zonas marítimas de interés, como las aguas de Somalia, Guinea o, en general, aquellas donde España tenga intereses marítimos. La información de todo el tráfico mercante se introduce en el sistema de control de formas muy diversas: desde el sistema AIS, obligatorio para la mayoría de los buques, pasando por la aportación voluntaria de los datos por aquellos buques que quieren ser controlados por la Armada por navegar o faenar en zonas de riesgo, hasta la información facilitada por otros organismos e instituciones, incluida esta Comandancia Naval de Tenerife. Toda esta red de información, a la postre, compone lo que llamamos el conocimiento del entorno marítimo, para actuar o apoyar a aquellos organismos e instituciones que tienen competencias en la mar”.

-¿Qué medios tienen para hacer efectivo ese control?

“El Almirante Comandante del Mando Naval de Canarias dispone de los cuatro Buques de Acción Marítima (BAM) que, como saben, también operan en teatros lejanos como las aguas de Somalia cuando se incorporan a la operación Atalanta. Su inmediato superior, el Almirante de Acción Marítima, con su cuartel general en Cartagena, dispone de hasta 48 buques entre patrulleros, buques de investigación oceanográfica, hidrógrafos, de medidas contraminas, de inteligencia, transportes, o escuela como el Juan Sebastián de Elcano. También se cuenta con la colaboración de otros organismos e instituciones que tienen competencias en la mar, como es el caso de las Capitanías Marítimas de la Marina Mercante”.

-El trabajo de la Armada en el Archipiélago es multidisciplinar, y el Gobierno lo considera clave a nivel geoestratégico. ¿Son conscientes de esa responsabilidad de proteger una de las puertas de entrada a Europa?

“La Armada tiene competencias generales en todos nuestros espacios marítimos de soberanía, y allá donde haya intereses marítimos españoles. No obstante, hay otras instituciones que tienen competencias concretas en determinados asuntos relacionados con la mar, como es el caso de la Guardia Civil con el control de fronteras y la inmigración, y con la que es frecuente la colaboración de la Armada aportado medios navales para prevenir la inmigración ilegal. Asimismo, la Armada también colabora habitualmente con el Servicio de Vigilancia Aduanera, facilitando embarcaciones, medidas de seguridad, puntos de atraque en instalaciones militares, etc.”.

“La Armada hace un gran esfuerzo por rentabilizar hasta el último euro”

-¿La Armada tiene funciones concretas en el Mar Territorial?

“Por supuesto. Por poner algunos ejemplos, solo la Armada puede intervenir durante el paso de un buque de guerra extranjero por nuestras aguas; mediante los cazaminas, la Armada mantiene libres los accesos a nuestros puertos de posibles objetos explosivos; o los trabajos cartográficos realizados por los buques del Instituto Hidrográfico de la Marina”.

-Por la Zona Económica Exclusiva (ZEE) transitan más de 60.000 barcos mercantes cada año y miles de aeronaves. ¿Se puede controlar de manera efectiva un espacio tan complejo?

“Aunque los buques de la Armada tienen capacidad de control de aeronaves, el control del tráfico aéreo en el Archipiélago para los fines de la Defensa es competencia del Ejército del Aire. En relación con los buques mercantes, son fácilmente controlables con el sistema AIS, cuya ausencia de señal ya es en sí misma un dato llamativo que nos lleva a efectuar un seguimiento más detallado a ese buque. El control de las embarcaciones menores es algo más complejo, y en él participan distintas instituciones además de la Armada”.

-Los ajustes presupuestarios también han afectado al Ejército. ¿En qué medida han notado estos recortes en la Comandancia Naval?

“No creo estar en condiciones de poder indicarle con exactitud cómo han afectado las reducciones presupuestarias a las Fuerzas Armadas. Lo que sí le puedo decir es que la Armada hace un gran esfuerzo por rentabilizar hasta el último euro que le entrega el Estado tratando de mantener operativos y adiestrados sus buques, así como un adecuado nivel de mantenimiento de sus instalaciones en tierra”.

-¿Son necesarias esas grandes inversiones en buques de guerra?

“Los buques de guerra son una garantía para que nuestra sociedad se desarrolle en un entorno estable y seguro. Además, estas inversiones suponen una apuesta por el desarrollo y adquisición del necesario nivel tecnológico y de conocimientos de nuestra industria”.

“Se trabaja en el Sahel y en el Golfo de Guinea para incrementar la seguridad”

-De sus actuaciones para controlar la inmigración irregular pasaron luego a colaborar en las operaciones contra la piratería y el aumento de las tensiones bélicas en algunos puntos de África Occidental y sus vinculaciones con el terrorismo internacional. ¿Cree que hay que estar preocupados ante eventuales problemas en el continente vecino? ¿Cuáles son los países que presentan mayor conflictividad?

“La UE realiza un importante esfuerzo económico en el Sahel al tiempo que fuerzas militares de distintos países, principalmente comunitarios, participan en labores de asistencia militar a los países del Golfo de Guinea, para incrementar la estabilidad y la seguridad marítima en esa región. Nuestros Buques de Acción Marítima con base en Las Palmas, entre otros buques de la Armada, han comenzado a participar activamente en esa zona”.

-¿Qué opinión le merece las prospecciones petrolíferas que se producirán en aguas canarias este año? ¿Se puede actuar y controlar una posible catástrofe ecológica marina?

“Este es un asunto que está fundamentalmente en la arena política y en otros departamentos del Estado por lo que, como comprenderá, no me corresponde a mí opinar sobre este asunto”.

-¿Qué opina del submarino S-80?

“La Armada considera que se trata de una renovación necesaria para reemplazar a los submarinos de la clase Galerna que están alcanzando en esta década el final de su vida operativa. Los cuatro submarinos de la serie S-80 irán sustituyéndolos a lo largo de los próximos años, asegurando la continuidad y el futuro del Arma Submarina y, con ello, el mantenimiento de una capacidad esencial de la Armada como instrumento de disuasión”.