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Cotizaciones – Por Juan Manuel Bethencourt

   

Dos años más tarde, el Gobierno de Mariano Rajoy ha adoptado una medida de política económica que francamente se hacía esperar. Es la rebaja de las cotizaciones sociales para nuevos empleados, tendente a impulsar la contratación en términos más asequibles para el empleador, es decir, a hacer más competitivo el trabajo y no por la vía utilizada hasta la fecha, la rebaja de salarios como condena y su consecuencia, la deflación, que lo único que hace es engordar el déficit público y privado. En este aspecto hay que decir que el Ejecutivo estatal del PP se mueve en términos contradictorios -anuncia rebajas de cotizaciones, pero también le sube la factura a los autónomos-, y sería bueno que se aclarara, que apostara de una vez por las pequeñas empresas y los nuevos emprendedores, que son quienes crean empleo en este país. Una política económica centrada en lo que pidan las grandes corporaciones, las empresas del Ibex-35 y las entidades financieras -Repsol, Bankia, ustedes saben de lo que estamos hablando-, no nos va a sacar de la crisis ni supone repartir de modo equitativo la pesada mochila de esta gran recesión. Insisto, democratizar el mercado, hacerlo más transparente, es el camino no sólo de la recuperación, sino de la credibilidad para nuestro capitalismo, que se ha dejado muchos jirones en intereses creados con mando y plaza en el BOE. Lo que necesita España es lo contrario, más acceso a las oportunidades, recuperar el concepto de equidad, que da sustento a todo el edificio no sólo económico, sino también democrático. Eso incluye, por cierto, una reforma fiscal capaz de recaudar más sin lastrar siempre a los mismos, es decir, a las rentas del trabajador. Más base imponible y menos deducciones producto de los grupos de presión organizados y con influencia en la política española. ¿Y en Canarias? Hay una medida que figura en la agenda de nuestro Régimen Económico y Fiscal, ese que estamos reformando para impulsar la creación de empleo en el Archipiélago. Es la bonificación del 50% en las cuotas de la Seguridad Social para los trabajadores residentes en las Islas, tal y como se hace, por ejemplo, en Ceuta y Melilla. Es una medida de impulso de la demanda de primer orden, pues hace más competitivo el empleo sin perder poder adquisitivo, que ya tenemos en Canarias los salarios más bajos de media de todo el territorio español. Y además es una medida perfectamente asumible por la caja única de la Seguridad Social, de la cual, por cierto, Canarias es un contribuyente neto gracias a su pirámide poblacional. Es un asunto crucial que merece un consenso político y social firme.