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Denuncian el robo de un bebé a una pareja palmera en el año 1984

   

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“Siempre me quedé con la duda, pero nunca pensé que nadie hiciera algo así”. Es la respuesta que da Heriberto, un agricultor de Los Llanos de Aridane, para explicar por qué ha tardado casi treinta años en denunciar lo que entiende como robo de su bebé en el Hospital Insular de La Palma, en hechos fechados en septiembre de 1984. “Si bien mi mujer [Gloria] se hizo a la idea de que había muerto, yo siempre le di vueltas al asunto; si ahora hemos denunciando es porque he comprobado que sí, algo así puede pasar”.

El relato de esta pareja palmera conformada por Gloria y Heriberto está contenido en una denuncia presentada hace un mes ante la Fiscalía provincial de Santa Cruz de Tenerife, que ya trabaja en la toma de declaraciones de los testigos solicitados por la letrada de esta pareja, la abogada tinerfeña especializada en estos casos Natalia Domínguez.

En conversación con este periódico, Heriberto rememora que el embarazo del que hubiera sido su único hijo transcurrió con normalidad hasta que se produjo un sangrado.

“Fue el 9 de septiembre, como consta en los documentos que hemos aportado, cuando mi mujer ingresó en el hospital, en Santa Cruz de La Palma
-recuerda el denunciante-; y al poco una enfermera nos dijo que no había mucho que hacer y que era muy probable que el bebé viniera mal”. “Sin embargo -continúa Heriberto-, después de que le hicieran la cesárea fuimos varias personas las que vimos al bebé, lo oímos gritar y hasta la misma enfermera fue la que nos dijo que era niña y que estaba bien”.

Los testigos a los que se refiere Heriberto son cuatro, además de la propia enfermera. Se trata de la pareja de padres, un cuñado y una amiga de la familia. Tanto Gloria como él ya han prestado declaración en un juzgado de Santa Cruz de La Palma, y en la actualidad también se tramita la de la amiga, que es residente en Tenerife.

En la denuncia se solicita igualmente que declaren un médico y la enfermera aludida, aunque se desconoce si ya han acudido al juzgado o, siquiera, si se les ha dado instrucciones a ese respecto.

Lo cierto es que al día siguiente de la cesárea se les comunicó que había sido un niño y que había fallecido. Incluso, en el certificado de defunción se insiste en que había sido un varón y que incluso había nacido muerto.
Otro de los pilares en los que se sustenta esta denuncia radica en la documentación referente al entierro, que tiene fecha el día 6 de septiembre de aquel año. O sea, tres días antes de que ingresara. En el camposanto también consta el enterrado como un varón.

Supuestos
Cabe añadir que los hechos contenidos en esta denuncia son susceptibles de encuadrarse en algunos de estos tipos delictivos: usurpación de la identidad y/o estado civil, falsificación de documentos públicos y/o privados, simulación del parto, detención ilegal y crímenes de lesa humanidad, dada la generalidad denunciada, el período concreto y por los fines que se cometieron.