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De la recesión al crecimiento – Por Antonio Alarcó

   

Una de las sesiones plenarias más importante del año en el Congreso de los Diputados, el Debate del Estado de la Nación, nos ha servido para confirmar que las cosas van modestamente mejor que hace un año y que ahora hay definitivamente razones fundadas para mirar al futuro con confianza, factor fundamental de la economía. De hecho, para evidenciar esta realidad el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comenzó este debate con titulares de prensa que resumían la situación de España hace dos años. Palabras como deuda, dificultad, preocupación, crisis o rescate, por nombrar sólo algunas, eran el pan de cada día en los medios de comunicación. En cambio, hoy se puede leer esperanza, interés, crecimiento, autorrecuperación… signos inequívocos de que nuestra economía ha pasado de la recesión al crecimiento moderado. Y, sobre todo, como bien expresó el presidente éste es un triunfo de los ciudadanos españoles, de su esfuerzo sostenido, de su responsabilidad, de sus sacrificios, de su confianza. Son ellos quienes han logrado este cambio y es justo reconocérselo, aplaudirlo y cuidarlo. Para que no haya ninguna confusión, ni vean en estos primeros párrafos algún signo de autocomplacencia, queremos dejar muy claro que todavía queda mucho por hacer, y haciendo nuestras las palabras de Rajoy, seguiremos trabajando sin descanso hasta que el peor rostro de la crisis económica, el paro, no comience a disminuir con fuerza. Por esta razón, valoramos las nuevas medidas anunciadas durante esta sesión que se pueden resumir en más empleo, menos impuestos, más financiación para las pymes, y la garantía de la unidad de España.

En relación con el empleo podemos destacar la tarifa plana de cotización de 100 euros durante los primeros 24 meses para contratos estables, siempre y cuado la creación de este puesto de trabajo sea estable, la aprobación de una Estrategia de Activación para el Empleo para los próximos dos años, la puesta en marcha del Portal Único de Empleo en el mes de abril y la contratación de mil jóvenes licenciados de grado superior de formación profesional para realizar tareas de investigación y desarrollo. Empezamos una etapa en la que los beneficios de la recuperación que ahora comienza se van a orientar hacia quienes más han sufrido con la crisis, como los más de 12 millones de contribuyentes con las rentas más bajas que verán aliviada su carga fiscal, o como los trabajadores que ganan menos de 12.000 euros al año y no pagarán el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a partir del 1 enero de 2015. Para favorecer la creación de puestos de trabajo no basta sólo con facilitar la contratación o la capacitación de los empleados, sino que también es necesario allanar el acceso a la financiación a las pequeñas y medianas empresas para que la inversión pueda convertirse en empleo. Y para conseguirlo Mariano Rajoy anunció la aprobación de un paquete de leyes de fomento de la financiación con más garantías para las empresas.

Queda claro que este Gobierno está dispuesto a seguir con un programa decidido de actuación del que todo el mundo reconoce el valor de sus reformas menos el jefe de la oposición mayoritaria. Y es que la actuación de Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido una auténtica decepción. Estamos convencidos de que ha perdido una magnífica oportunidad de demostrar que es un hombre de Estado. Su pasado impide que tenga futuro. No podemos esperar más de alguien, que tanto ahora como en su etapa de gobierno, sigue apostando por el fracaso ayudándose de discursos vacíos y sin propuestas. Frente a esa actitud, este Gobierno si ha sido valiente, tomando medidas quizá impopulares, pero necesarias y que han ayudado a que España vaya ahora en la buena dirección.