X
política > reforma electoral

La reforma electoral de Nueva Canarias topa con los topes

   
Román Rodríguez Nueva Canarias

Román Rodríguez, en una imagen de archivo. / SERGIO MÉNDEZ

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Dos horas y media después de un intenso debate acerca de la “estrategia de inteligencia”, sus señorías no se pusieron de acuerdo ayer sobre la reforma del sistema electoral. Aunque los cuatro grupos coincidieron en que el sistema instaurado en 1982 y revisado en 1996 no es perfecto, la barrera de la mayoría parlamentaria -con la disidencia del diputado del CCN, Ignacio González- impidió que la proposición de ley del grupo mixto (NC y PIL) fuera admitida a trámite.

La iniciativa que defendió Román Rodríguez fue rechazada por 33 votos (CC-PSOE) frente a 23. El PP discrepó de la fórmula (un 5% insular como único tope, sin trabas regionales), pero apoyó su toma en consideración.

En el preámbulo de su intervención ante el pleno, el portavoz de Nueva Canarias justificó la modificación de la norma en la “notable crisis institucional, de los partidos y de la política”. Antes de entrar en el fondo de la cuestión, Rodríguez ofreció un pacto por la democracia. Tras lamentar que la decisión ya estuviera adoptada, pidió el mismo trato que recibieron propuestas similares de AHI y el PSOE.

“Bienvenido al debate de la reforma electoral”, saludó con sorna el diputado socialista Julio Cruz al expresidente del Gobierno canario. No puso buena cara, en la tribuna de invitados, el exdiputado del PSOE Santiago Pérez, hoy concejal, cuando Cruz se refirió al “rayo cegador de la vega lagunera”. El también secretario de Organización regional y vicepresidente de la Cámara subordinó la ley electoral a la reforma del Estatuto de autonomía, que no prosperará en esta octava legislatura porque se opone el PP. “El PSOE no está cómodo”, enfatizó Julio Cruz. “Llevamos años predicando en el desierto”, dijo.

El mecanismo que han diseñado CC y el PSOE consiste en rebajar el techo regional del 30% al 15% y el insular del 6% al 3%.
El presidente del grupo nacionalista, José Miguel Ruano, impartió cátedra para razonar que la clave no está en el acceso, sino en el “equilibrio” de Canarias. Según él, la expresión política del nacionalismo diferencia tres elementos: “El Estado al que pertenecemos, la nación que somos y la isla en la que vivimos”.

Manuel Fernández (PP) se remontó a la noche de los tiempos y llegó a la conclusión de que esta es una discusión estéril: “No existe voluntad política sincera de dar una respuesta a la ciudadanía”. Cuando se rompen los principios, manifestó, “se pierde la fuerza para construir el futuro”. A su entender, el experimento no funciona si la ley electoral se fusiona con el Estatuto.