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Sangre canariona

   

L. C. | Tegueste

Agustín González

Agustín González es la figura del momento de la lucha canaria. / S. M.

Dio la talla en las semifinales. Dejó a un lado su lesión de rodilla y su actuación fue determinante para que el Rosario dejara en la cuneta, en las semifinales, al Victoria.

Consciente de sus posibilidades, Agustín González Pollo de La Candelaria se resguardó para el gran momento; para la final y para convertirse en el actor principal y lo consiguió.

El grancanario estuvo a la altura de la gran final, brillante y resolutivo. Dejó fuera de brega a un luchador de la talla de Samuel Rodríguez Gomerito III. El excelente luchador de Ingenio leyó perfectamente el emparejamiento. La mejor defensa, siempre suele ser un gran ataque. Se anotó la primera brega por garabato y luego se sobrepuso cuando el Destacado A empató la contienda. Llegaba mentalmente preparado para la tercera y definitiva. En su mente no cabe otra cosa: tirar o caer; disfrutando de lo que siempre hace. Puso la quinta marcha y a toque de pito le ganó la partida al Tijarafe y no solo se anotaba un tanto, sino que mataba al rival.

Seguía la fiesta y llegaba el momento cumbre de la luchada. Sabía de la fortaleza de Kevin Acosta pero también de las debilidades del palmero. Espero para analizarlo y saber como estaba. Prefirió aguantar y dejó pasar el minuto y medio, que se consumiera para ganar el encuentro en la siguiente agarrada. Sufrió, porque por momentos, Acosta lo tuvo en el suelo pero estaba tocado por una varita mágica y el grancanario daba un nuevo título al Rosario Estación de Servicio El Mirador.

Se hinchó a recoger dinero del público. Se puso incluso en la puerta y todo el mundo pasó por caja.

Es un luchador diferente; de los que le gusta a la afición, que no entiende de colores, sino de gente trabajadora, que nació para luchar y convertirse en uno de los mejores de Canarias.

EL ENTRENADOR CHEVO LEDESMA SE CRECE ANTE LAS ADVERSIDADES

Chevo Ledesma, entrenador del Rosario Estación de Servicio El Mirador, ha demostrado su enorme calidad no solo como técnico, sino como persona. Ha dado una cachetada sin manos a mucha gente, conquistando un título, sin Eusebio Ledesma.

Le ha sacado el jugo a todos sus luchadores desde la primera hasta la última silla. Ha confiado en sus bregadores y ha sabido jugar sus cartas en los cinco encuentros disputados en la fase final de la Liga Cabildo de Primera Categoría. Para él, este título de Liga, de los mucho que ya tiene, cuenta con un sabor muy especial.