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Amós García Rojas: “Algunas vacunas pueden llegar a morir de éxito”

   
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JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Jefe de la Sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, Amós García Rojas es uno de los mayores expertos nacionales en el campo de las vacunas. No en vano, el pasado año fue elegido por unanimidad presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). Precisamente, esta semana se celebra la Semana Mundial de la Vacunación -organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, motivo por el cual los colegios de médicos canarios organizan unas jornadas de actualización en esta compleja materia.

-En los últimos meses se ha producido una agria polémica por la retirada de la vacuna de la varicela. ¿Cuál ha sido el motivo?

“Esta vacuna estaba incluida en la mayor parte de las comunidades autónomas hasta los 12 años, en una pauta de dos dosis. Se trataba con ello de evitar las formas más graves de varicela, que se dan cuando uno tiene más años. La vacuna estaba disponible en las farmacias y los pediatras que lo creían oportuno se la recomendaban a los padres que se la pusieran a sus hijos a los 12 meses y a los 2-3 años. Sin embargo, la Agencia Española del Medicamento ha bloqueado la venta de esta vacuna, en una decisión completamente unilateral, sin consultar con nadie. Así, cualquier padre que quiera vacunar a su hijo contra la varicela de pequeñito no podrá hacerlo”.

-Los pediatras están en desacuerdo con la medida porque consideran que se ha tomado de manera unilateral…

“Las medidas se deben tomar después de haberlas debatido intensamente con todos los sectores implicados, y en este caso no ha sido así. No parece el método más adecuado para tomar determinadas decisiones. Las cosas hay que explicarlas, y a mí no me convence que se tomen decisiones sin consensuar ni debatir científicamente con anterioridad, porque lo que plantea la Agencia Española del Medicamento se basa en hipótesis, que podrán ser o no ciertas, pero son solo eso. Hasta ahora, los países que han decidido vacunar en los primeros años de vida no han tenido ese problema que hipotéticamente podría producirse”.

-Se han producido algunos cambios en las directrices y en el calendario vacunal. ¿A qué se deben?

“Una de las características fundamentales que deben tener los calendarios vacunales es que deben ser dinámicos y modificables en función de determinados parámetros, como que aparezcan nuevas vacunas, que estas sean más seguras o que se administren en menos dosis. Por eso, los calendarios se modifican con bastante asiduidad, y así se ha hecho no solo en Canarias, también en otras comunidades”.

-¿Qué balance se puede hacer de la campaña de vacunación contra la gripe?

“La vacunación ha ido muchísimo mejor que el año pasado, cuando fue realmente lamentable lo que ocurrió con el suministro de las vacunas. Este año ha habido un incremento considerable en la actividad vacunadora, pero la temporada de gripe ha sido muy suave. Pero, cuando hablamos de vacuna de la gripe, no estamos hablando de un producto que evite que haya muchos casos de gripe, porque todo el mundo es candidato a enfermar. Lo que se busca fundamentalmente es evitar las muertes y complicaciones graves que puede provocar en personas con patologías de base”.

-La Sociedad Española de Vacunología manifestó recientemente que entre sus principales objetivos está el evitar que rebroten enfermedades que parecían erradicadas, que han vuelto a aparecer debido a la ineficacia de algunas de las vacunas existentes, muchas de ellas desactualizadas…

“Las vacunas pueden morir de éxito porque ya apenas se ven patologías que antes tenían una presencia masiva, como puede ser, por ejemplo, el sarampión. El hecho de que no se visibilicen esas enfermedades puede hacer que muchos padres bajen la guardia y no vacunen a sus hijos, a pesar de que ante las enfermedades transmisibles nunca, nunca, nunca se debe bajar la guardia. De todos modos, tampoco se puede decir que algunas de estas enfermedades hayan rebrotado de forma importante, o no como en la época prevacunal, pero sí con cierta presencia en forma de pequeño brote o casos aislados que no deberían haberse producido. También hay bolsas de población adulta que en su momento no fueron vacunadas o que no padecieron estas enfermedades y ahora pueden enfermar”.

-¿Cuáles son las patologías ante las que hay que estar alerta?

“El sarampión, por ejemplo, es una de ellas. Hay que reforzar la vacunación triple vírica, porque es una de las enfermedades que pueden rebrotar si bajamos la guardia y no vacunamos”.

-Pese a todo, los expertos siguen dejando claro que las vacunas son seguras. ¿No es así?

“Sin duda. Las vacunas son claramente seguras. Si los sanitarios tuviéramos dudas de las vacunas que recomendamos, no las recomendaríamos. Hace 50 o 60 años se enfermaba y se moría de problemas transmisibles, mientras que ahora morimos de enfermedades derivadas de estilos de vida, de procesos crónicos y degenerativos. Las vacunas han tenido un papel clave en ese cambio, y aunque hoy en día se puedan ver casos de enfermedades prevenibles con vacunas, son anecdóticos, que pueden cursar en pequeños brotes o de forma aislada. El sarampión, por ejemplo, sigue siendo una de las principales causas de muerte en muchos países africanos”.

-Canarias, por su situación geográfica, los flujos migratorios y el turismo que recibe, está en el epicentro de muchas enfermedades transmisibles, como las tropicales. ¿Realmente hay que
preocuparse?

“Canarias está muy protegida frente a todas las enfermedades prevenibles con vacunas porque las coberturas de vacunación son muy altas. Además, la posibilidad de que entre una enfermedad a través de la inmigración es casi inexistente. Es muy complicado porque los que llegan hasta aquí son los más fuertes y más sanos, y la posibilidad de que una enfermedad endémica de un país africano pueda desarrollarse en nuestro medio es mínima”.