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Colombia, Cuba y Venezuela – Por Isidoro Sánchez

   

Hay que reconocer que Gabriel García Márquez y Fidel Castro son dos personajes singulares de la América de habla hispana. Como lo fueron Rómulo Betancourt y Hugo Chávez. Los estadistas, en la vanguardia política, estaban impregnados de un aura progresista. Unos más que otros pero con una diferencia muy significativa a la hora de practicar la democracia. Uno en Cuba y los otros dos en Venezuela pero todos en la segunda mitad del siglo XX. Gabo se dedicó a escribir. Cuando Fidel llegó al poder político en la isla de Cuba, a principios del año 1959, decidió viajar a Caracas para explicar su revolución en mítines cerca de las Torres del Silencio y convencer al flamante presidente venezolano de la conveniencia de propagar por el continente suramericano su modelo revolucionario. Incluso le pidió petróleo. A Rómulo no le gustó la propuesta de la internacionalización castrista y tildó al líder cubano como el Barbaza del Caribe. Asimismo lo recogió en su libro el escritor francés Ives Guilbert, autor del Infidel Castro, en 1961. Sin embargo Gabo mantuvo su admiración y amistad con Fidel.

Sobre todo después de conocerse en el aeropuerto de Camagüey. Lo ha dejado claro un fedatario periodístico que sabe mucho de ello, Mauricio Vicent. Para Gabo la amistad con Fidel y su relación con Cuba eran dos cosas inseparables. De las relaciones Venezuela-UE a partir de la llegada de la revolución bolivariana tenemos cosas que contar al inicio de la legislatura 1999-2004. Los compañeros eurodiputados Salafranca, Medina y el embajador venezolano Grisanti fuimos testigos de excepción de algunas incidencias relacionadas con el Parlamento Europeo. El presidente Chávez nunca habló en la cámara legislativa europea, sin embargo una representación parlamentaria del Congreso venezolano que apoyaba al gobierno de Chávez si explicó en Estrasburgo el nuevo modelo de constitución bolivariana y nos regalaron una copia de la famosa Bicha. Era uno de los tres mil ejemplares de color azul editados en marzo de 2001, en la Imprenta Nacional. Como también lo hizo recientemente la diputada venezolana María Corina Machado para dar a conocer su opinión acerca de la situación de Venezuela tras los recientes incidentes de febrero 2014. De Cuba recuerdo que en 2003 se produjo una acción política, conocida como la Causa de los 75, que llamó la atención del mundo entero por la feroz embestida del gobierno castrista y las desmesuradas condenas impuestas a opositores pacíficos, figuras intelectuales, médicos y otros profesionales. Hubo una repulsa internacional que provocó escisiones dolorosas dentro de los amigos de la izquierda, como José Saramago y Alexis Márquez, admiradores de la revolución cubana. Gabo y Fidel siguieron siendo amigos hasta el final.