Plaga de consultas – Por Félix Díaz Hernández

Ahora resulta que a nuestros políticos; los habituales, los casuales, los vocacionales, los perennes, los profesionales, los renovadores, los viejos y los nuevos, les interesa nuestra opinión. Me asombran. Escucho en decenas de tertulias radiofónicas que tengo la paciencia de escuchar que “quieren conocer la opinión del pueblo”, de los ciudadanos, y que para ello la mejor fórmula es preguntarnos directamente a través de una consulta popular.

Imagino que en Canarias, este afán por saber lo que pensamos no tendrá nada que ver con la ignorancia y el silencio mayoritario de quienes se sientan en las comodidades del Parlamento archipielágico; ignorancia ante otros instrumentos legales que si hemos ejercido los ciudadanos canarios. De momento recuerdo tres iniciativas legislativas populares que nuestros ilustrísimos diputados no dejaron que desembarcaran en la casa de todos los canarios, nuestra casa desde luego, porque somos lo que pagamos su coste. Por ejemplo, 25.000, 35.000 y 56.000 firmas de ciudadanos no han sido tenidas en cuenta para tomar decisiones sobre la sanidad, la educación o en su momento la construcción del “esencial” puerto industrial de Granadilla. Pero ahora sí, ahora les interesa nuestra opinión. Recuerdo algunas entrevistas a políticos “de toda la vida” que en un desliz revelaban su auténtico pensamiento, argumentando que los ciudadanos tenían la posibilidad de expresarse políticamente cada cuatro años y que, en ese período, ellos estaban revestidos de autoridad para decidir. Pues perdonen pero esta plaga de falsas consultas, sobre los temas que sólo a la clase política interesan y que pretenden disfrazar como fenómenos de participación popular, no es creíble.

@felixdiazhdez