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Tertulia habanera >

Patrimonio Fusión cumple dos años – Por Othoniel Rodríguez

   

El próximo sábado, 24 de mayo, el Ciclo Musical Patrimonio Fusión cumplirá dos años de su creación. Esta tertulia artística, con sede en La Laguna, tiene como propósito rememorar las antiguas reuniones culturales celebradas en La Habana colonial por músicos, intelectuales y artistas. Se hicieron tan populares que llegaron a marcar un hito en ese periodo decimonónico. Para la historia han quedado también las tertulias artísticas organizadas en París por la musa criolla la condesa de Merlín, quien reunió en los salones de su enorme mansión de la calle Bondi a la aristocracia y celebridades del momento, para disfrutar de la sublime música tanto universal, interpretada por Rossini o Strauss hijo, y por algunos músicos cubanos de paso por la Ciudad de la Luz. Allí también se escuchaban lecturas y poemas de un joven Victor Hugo, George Sand, Honoré de Balzac, Alfred de Musset, Prosper Mérimée y Domingo del Monte, entre otros.

Durante la primera mitad del siglo XX surgieron nuevas tertulias en la capital cubana, las cuales dejaron honda huella en el quehacer cultural de la Isla, como las de Ernesto Lecuona en su finca La Comparsa; las de la casona de El Vedado, de la familia Loynaz; las del pintor Carlos Enríquez, en su Hurón Azul; también las del mítico Bola de Nieve, en su casa de Guanabacoa, que sirvieron de inspiración a Alejo Carpentier para un capítulo de su novela La Consagración de la Primavera, y por último, las del Café Vista Alegre y las de la mansión del maestro de maestro Fernando Ortiz.
Todo este movimiento histórico cultural me sensibilizó desde mi época de estudiante. Por eso a principios de mi carrera profesional, cuando el recordado promotor cultural Luis Piedra me propuso integrar la plantilla fija del programa Entre Amigos, se abrió un capítulo excepcional en mi vida artística que me permitió conocer y alternar con personalidades vinculadas con artistas que participaron en esas reuniones, o con algunos familiares directos de los organizadores de esas tertulias, quienes me transmitieron muchísimas anécdotas y vivencias de esos inolvidables encuentros.
Con el tiempo seguí participando en ese tipo de tertulias, a veces como anfitrión y otras como invitado, tanto en la capital cubana como en el resto de las provincias de la Isla. Acá en Canarias, primeramente las organicé de manera ocasional en la sala Teobaldo Power, de La Orotava, y en el Castillo de San Felipe de Puerto de la Cruz. Tuve invitados excepcionales, como el chelista Mark Peters, el catedrático y concertista Jesús Ángel Rodríguez y el pianista Ismael Perera.

Felizmente, la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Laguna apoyó mi proyecto y surgió en 2012 el Ciclo Musical Patrimonio Fusión, relacionando la música con otras especialidades artísticas. De esa manera hemos dedicado programas al centenario de La Comparsa de Lecuona, los veinte años del Premio Cervantes otorgado a Dulce María Loynaz, los 520 años del encuentro de las culturas europea y americana, el patrimonio musical de Iberoamérica y la prensa escrita en defensa del patrimonio histórico, entre otros.

En estas tertulias han participado invitados de primer orden, como el chef Ayoze García, el realizador de la televisión canaria Carlos Asencio, el grupo folclórico Tigaray, el pianista Jesús Izquierdo, la cubana Saily Cabezas, la soprano Encarna Sánchez, el percusionista Javier Rodríguez, el actor Joel Angelino, el fotógrafo David Villanueva y el artesano Eugenio con su artesanía afrocubana. Mención especial merece el exeurodiputado y promotor cultural Isidoro Sánchez García, el historiador Melecio Hernández y los periodistas José David Santos, director de DIARIO DE AVISOS, y el subdirector de este medio, Agustín M. González. Todos ellos han contribuido al desarrollo de hermosas jornadas musicales y culturales.

Están todos invitados el próximo sábado, 24 de mayo, a una nueva tertulia del Ciclo Patrimonio Fusión, en el antiguo convento de Santo Domingo, en La Laguna. Allí los espero.