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La ULL pierde 775.000 euros en un año por anulaciones de matrícula

   
La crisis está haciendo que muchos jóvenes no puedan costear sus matrículas y decidan abandonar sus estudios. / DA

La crisis está haciendo que muchos jóvenes no puedan costear sus matrículas y decidan abandonar sus estudios. / DA

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Menos alumnos que comienzan una carrera y más que abandonan el curso a la mitad. Los rectores de toda España llevan tiempo advirtiendo de que el incremento de las tasas académicas está teniendo un efecto devastador en el acceso a la enseñanza superior. Las cuentas de la Universidad de La Laguna (ULL) atestiguan esta realidad. Según los ejercicios presupuestarios de 2012 y 2013, la institución ha perdido 775.000 euros en ese periodo y el descenso de ingresos ha sido consecuencia de las anulaciones de matrícula.

A pesar de estos datos, que son el resultado de comparar la recaudación por el pago de tasas entre 2012 y 2013, el centro logró incrementar el capítulo 3 (ingresos propios) el 5,38%. Este aumento no fue asumido por el alumnado, que desde hace un curso tiene que abonar unos precios públicos mucho más elevados, sino que se consiguió gracias a la prestación de servicios a empresas. Los contratos científicos con el sector privado han sido un salvavidas para el centro, que desde que empezó la crisis también ha visto cómo el Gobierno de Canarias ha reducido las aportaciones a la enseñanza superior.

Para intentar paliar estos recortes, la dirección de la ULL se ha esforzado en captar financiación privada. El resultado ha sido que el capital “procedente de la prestación de servicios” se ha duplicado (105,18%) y, en cambio, la aportación de las tasas académicas ha disminuido un 1,12%.

Según el vicegerente de Asuntos Económicos de la Universidad, José A. Melián, es evidente que el precio de estudiar está pasando una factura que muchos jóvenes no pueden afrontar. “Hay estudiantes que se matriculan, pero no siguen cuando les deniegan la beca”, explica. A ese abandono hay que sumar otra posibilidad: que algunos jóvenes se apunten a menos asignaturas para acotar el precio de la matrícula a sus posibilidades.

El vicegerente ha analizado los ingresos brutos de 2013 y los netos para llegar a esta conclusión. En el primero de los apartados no se incluía el capital descontado por las anulaciones de matrícula. Si muchos estudiantes no hubieran tenido que dejar sus estudios, la recaudación de tasas habría crecido algo más del 1%.

En términos absolutos, durante 2012 la institución recaudó 20,2 millones, mientras que en 2013 esa cifra alcanzó los 21,3. A pesar de la potenciación de la prestación de servicios para el sector privado, el dinero procedente del precio de créditos académicos constituye siempre la parte más importante de este capítulo presupuestario. En 2012, los contratos de investigación con empresas aportaron a las arcas de la Universidad 1,04 millones de euros. En el ejercicio de 2013, gracias a la campaña liderada por los responsables del centro, subió hasta los 2,13 millones.

Estos acuerdos se llevaron a cabo a través del Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI) de la ULL, una estructura destinada a dar soporte científico, instrumental y técnico a grupos de investigación de la propia institución y de otros centros especializados. Además, también tiene como finalidad ofrecer servicios y tecnologías a las empresas canarias con el fin de colaborar con el desarrollo regional.