¿Naturaleza o petróleo? – Por Isidoro Sánchez García

La pregunta se la dirijo al señor Antoni Brufau, presidente de Repsol, ya que me llamó la atención algunas cosas que dijo sobre la naturaleza y el petróleo en el marco de una conferencia que dictó en el Círculo de Empresarios de Barcelona, a finales de mayo de 2014. Sacó a relucir la declaración positiva del Impacto Ambiental acerca de las prospecciones petrolíferas en aguas que acarician las costas de algunas islas del archipiélago macaronésico de Canarias. Islas que viven única y exclusivamente del turismo. Una “industria” que no es una derivada petrolera sino todo lo contrario, que está en activo gracias a millones de ciudadanos europeos que les gusta visitar cada año Lanzarote y Fuerteventura. Esos europeos que prefieren el medio ambiente antes que el petróleo. No hace falta que le recuerde que el archipiélago de Canarias está situado en el hemisferio norte del océano Atlántico, con unas coordenadas geográficas singulares.

Cuenta con unas características geológicas y geográficas especiales, en todas y cada una de las islas, que le permiten disfrutar de unos valores naturales y culturales que han sido protegidos bajo la figura de parques nacionales. Conoce además de otros expedientes de protección, promovidos como Lugares de Interés Comunitarios (LIC) por parte de las autoridades europeas, a pesar de la opacidad del ministerio de Medio Ambiente. No olvide que estamos en un territorio archipielágico oceánico, volcánico, como Hawai, con edificios insulares de diferentes superficies y alturas, ricos en biodiversidad y próximos al continente de África. Al referirnos a Lanzarote no podemos dejar de recordar a personajes como los geólogos alemanes Alejandro von Humboldt y Leopoldo von Buch, el ornitólogo británico Meade Waldo y el botánico francés Broussonet; como el portuense Agustín de Espinosa y el físico conejero Blas Cabrera, y por supuesto al escritor vasco Ignacio Aldecoa, y al portugués José Saramago, Nobel de Literatura, además del artista de los volcanes, el ecologista César Manrique. Mientras que si hablamos de Maxorata tenemos que evocar a figuras de la talla de Miguel de Unamuno, Josefina Plá, nacida en el islote de Lobos, y del pintor majorero surrealista Juan Ismael. Quizás deba invitarle a usted y al viejo amigo y compañero europeísta Josu Jon Imaz, hoy consejero delegado de Repsol, a que vengan a Canarias y se acerquen a Lanzarote y Fuerteventura, también a La Graciosa y a Lobos, para que conozcan sus ecosistemas terrestres y marítimos, su biodiversidad. Comprobarán que la naturaleza es preferible al petróleo. Se lo garantizo por el sol, el viento y la geotermia, entre otras cuestiones, y además, por las playas y la hospitalidad de sus gentes.