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La publicación del Plan General en el BOC ordena el 87% de la capital

   

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DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

La capital tinerfeña se ha quitado un gran peso de encima, un gran lastre que la ha mantenido encorsetada durante años. El Boletín Oficial de Canarias (BOC) publicó ayer jueves la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz de Tenerife. A partir de su entrada en vigor, queda ordenado el 86,69% del suelo urbano del municipio; quedando suspendidos determinados ámbitos que tan solo suponen el 13,31% del suelo urbano. En relación con la extensión de todo el territorio municipal, computando la parte del Parque Rural de Anaga, la parque suspendida apenas representa el 3%; quedando ordenado el 97% del suelo de Santa Cruz.
El documento entrará en vigor 15 días hábiles después de publicarse la normativa del PGO en el BOP. La normativa vigente, en concreto el Reglamento de Procedimientos de los instrumentos de ordenación del sistema de planeamiento de Canarias, establece este plazo, como un trámite con el que la Gerencia Municipal de Urbanismo debe cumplir.

El alcalde, José Manuel Bermúdez, mostró ayer su satisfacción por la publicación del plan, “por los efectos que va a producir en la capital”. Además de recordar que ha sido un documento “largamente esperado por los vecinos, tras sufrir muchas vicisitudes”, el regidor recordó que su aplicación dará “seguridad jurídica a vecinos que estaban esperando por el PGO para iniciar alguna obra o para empresas que desean realizar inversiones, con lo que supone para la creación de empleo”.
Asimismo, Bermúdez señaló que la entrada en vigor del plan “va a permitir que determinados suelos del municipio estén ordenados para infraestructuras de carácter público que son absolutamente esenciales”, como las referidas al parque de viviendas sociales o dotaciones culturales, deportivas y de ocio, entre otras, en cuanto las distintas administraciones públicas dispongan de recursos públicos suficientes.

Por su parte, el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, resalta que, “aunque no esperamos un aumento masivo de las inversiones, sí creemos que la entrada en vigor del PGO será un revulsivo para la rehabilitación de edificios, en un principio, y poco a poco ayude a fomentar la obra nueva”. Además, “el Ayuntamiento podrá ver desbloqueadas muchas dotaciones en barrios, que hasta ahora no estaban previstas en el planeamiento”.

La resolución publicada este jueves hace público el Acuerdo de la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) que aprueba definitivamente el PGO. En el último trámite de este proceso la Cotmac ha analizado las subsanaciones presentadas por el Ayuntamiento a los reparos que, en julio de 2013, condicionaban la publicación del documento. De las más de 140 cuestiones cuya corrección se planteaba entonces, los técnicos de la GMU arreglaron la mayoría, quedando ocho que han sido resueltos por la Consejería de Política Territorial. A partir de ahora, el trabajo de los técnicos de Urbanismo se centrará en la parte suspendida, principalmente en tres grandes cuestiones: resolver el fuera de ordenación y las áreas saturadas, cambiar los ámbitos fuera de la legalidad y arreglar el resto de suelos urbanizables.

Respecto al fuera de ordenación, el reto es planificar de cero la ciudad, lo que requiere una visualización muy clara y un trabajo muy duro, inmueble por inmueble, como han advertido los técnicos. En cuanto a los ámbitos fuera de la legalidad, queda principalmente el de Costa Cardón, donde el suelo chocaba con las previsiones del Plan Insular de Ordenación de Tenerife (PIOT); mientras que en el resto de sectores urbanizables están los de Pista Los Valles, Valleseco Este o El Suculum, entre otros.

La ordenación de las áreas suspendidas del PGO, siguiendo la línea de participación ciudadana llevada a cabo por el grupo de Gobierno, se realizará buscando el mayor consenso posible.

Un sector de CC y José Ángel Martín acordaron que el pasado no fue tan malo

Las constantes críticas -ataques interpretaban otros- que el edil de Urbanismo, el socialista José Ángel Martín, lanzaba hacia los anteriores equipos de Gobierno que tramitaron el PGO, con el nacionalista Miguel Zerolo a la cabeza, provocaron las iras de un importante sector de Coalición Canaria en la capital. Es más, uno de sus concejales, Hilario Rodríguez, se planteó solicitar formalmente la destitución de Martín si este no se retractaba de dichas críticas. Finalmente, la sangre no llegó al río porque se elaboró un texto de consenso, a modo de declaración de intenciones, firmado por el alcalde, José Manuel Bermúdez, Martín y el propio Hilario Rodríguez. En dicho escrito, redactado cuando el Gobierno de Canarias estaba aún tramitando el texto definitivo del PGO, los firmantes señalan “que este documento, en el que se ha trabajado durante más de una década, ha sido expuesto al público en numerosas ocasiones, que ha abierto varios procesos de participación para la aportación de alegaciones por parte de vecinos y colectivos, y que es sin duda el mejor Plan General posible para este municipio”.

Además, el contenido contradice muchas de las críticas que había recibido hasta entonces el planeamiento por parte del también primer teniente de alcalde, José Ángel Martín. Así, el texto señala que “se trata de un documento resultado del consenso y en el que, con seriedad, honestidad y rigor, ha trabajado este Ayuntamiento, que siempre tuvo como única meta y objetivo lo mejor para la capital y sus vecinos. A lo largo de todos estos años -prosigue- se ha mantenido la voluntad política que lo impulsó y que no era otra que convertirlo en un PGO modelo de transparencia y participación abierta. El Plan General aprobado esta ajeno -subraya- a polémicas o sospechas de corrupción y, ahora, por fin, ha alcanzado su última fase. De hecho, tanto en el pasado y el presente este documento ha cumplido todos los preceptos legales establecidos por lo que solicitamos al Gobierno de Canarias la mayor celeridad posible para que su entrada en vigor sea inmediata”, concluye.