ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife
Ayer por fin fue la puesta de largo de Vitolo como nuevo jugador del CD Tenerife después de haber firmado su nuevo contrato el pasado viernes. Un día feliz que el centrocampista de Valleseco llevaba esperando mucho tiempo. “La gente que me conoce sabía las ganas que tenía de regresar a casa”, expresó el futbolista tinerfeño, quien repasó los años que ha estado fuera del Tenerife señalando que “han sido casi 10 años bastante buenos fuera de la Isla, pero siempre con ese sabor especial que da el estar en casa y con la familia, además de poder volver a jugar en el equipo donde creciste y ante tu gente”.
Todo eso supone que este día haya supuesto para Vitolo “un momento muy emotivo”, y ya se imagina lo que sentirá cuando se vuelva a poner la camiseta blanquiazul en un partido en el Heliodoro. “Lo pienso y se me pone la piel de gallina”, dijo el medio tinerfeñista.
Vitolo señaló que ahora es “el momento perfecto de volver”, relatando que físicamente se encuentra “perfectamente” y tal y como dijo a su familia cuando acabó la aventura en Turquía, fue el “momento de regresar”, dejando a un lado las “ofertas de otros lugares”, que económicamente han sido superiores a la del CD Tenerife. “Siempre he tenido equipos para ir, pero cuando quieres estar en casa y en tu equipo, no había motivos para pensar en salir otra vez”, aseguró Víctor Añino, quien sabe muy bien lo que le espera con las expectativas que ha generado su vuelta al representativo. “Estoy preparado; con mi trabajo en el campo agradeceré todo el cariño y para ello ya estoy mentalizado”, contó Vitolo.
Atrás quedarán para el jugador tinerfeño toda la experiencia acumulada desde que salió de la Isla en 2005. “He calculado que tengo como profesional unos 350 partidos”, especificó. “Todo eso quedó atrás”, y a partir de ahora sabe que se le va “a exigir muchísimo y eso es fuente de motivación”.
No obstante, reconoció que vuelve con “mucha experiencia pero eso hay que demostrarlo”, para lo que espera ofrecer “la mejor versión que uno pueda dar”, en esta segunda etapa como tinerfeñista. “Voy a acatar al 100% todas las decisiones del entrenador”, esgrimió, y se comprometió a dar al equipo “todo lo que el entrenador y los compañeros esperan” de él, y demostrar “que no se han equivocado” al traerlo de nuevo al Tenerife, “por ciertos aspectos” que son los que ahora deberá “poner cada semana al servicio de este club”.
Esa experiencia que atesora ahora con 30 años, más “el rendimiento que vaya a dar”, es lo que “todo unido” debe hacer que “cuando la gente salga del estadio esté orgullosa de que Vitolo forme parte de este equipo”, enfatizó el mediocentro de Valleseco, quien aseguró que para llegar a ser “el líder” del nuevo Tenerife, primero “hay que ganárselo en el campo, no por fuera”, concluyó.
Otra de las cuestiones que el preparador ecuatoguineano “valoraba mucho es que sea un jugador de la casa”, explicó Vitolo, además del hecho de que “futbolísticamente podría aportar muchas cosas positivas al equipo”. Cuestiones todas que van “aparte del aspecto personal”, dada la buena relación que mantienen jugador y entrenador. “Tenemos una buena relación”, dijo Vitolo. “De mucho respeto, y al final, mientras eso exista las cosas siempre irán muy bien”. No obstante, el futbolista blanquiazul aclaró que Cervera le va “a exigir un rendimiento y algo a cambio por su apuesta”, algo que Vitolo subrayó que es en lo que él “no le puede fallar”.
Por otro lado, Vitolo también declaró a Teide Radio que le hubiera gustado coincidir en el CD Tenerife con Ayoze Pérez, quien deja el club para jugar en la liga inglesa. “Me hubiera gustado, claro que sí”, afirmó el centrocampista. “Es un grandísimo jugador, también de aquí, de la casa”, al margen de ser “un chico que vive en la zona donde me crié, que es en Valleseco”, por lo que consideró que jugar juntos en el equipo blanquiazul “hubiera sido un gran placer”, porque al final también cuenta que, en su primer año en el Tenerife “ha dado un gran rendimiento”. A partir de ahí, Vitolo le deseó a Ayoze Pérez “todo lo mejor, y que pueda triunfar”, esperando que “llegará otro compañero nuevo con las mismas ganas e ilusión que él, más la gente que se ha quedado”.