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sin pelos en las teclas>

Asunto catalán – Por Cecilio Urgoiti

   

El assumpte català lleva poniendo nerviosos a muchas destacadas personas, ya no solo del ámbito político español, sino también europeo, pues no se ve con agrado lo que ocurre y mucho menos la quietud y el silencio del presidente Rajoy. No advierten una solución política a un tema que lo tuvo y el capricho de unos y la sinrazón de otros dio al traste con un remedio dado por Zapatero, que se logró con la negociación del Estatud y la ratificación en referéndum por el pueblo catalán. El PP y el propio Rajoy, propenso a llevar ante el Constitucional todo aquello que no les gusta o no es “dictado” por ellos, ha ido judicializando la política, cuando los actos políticos discutidos y votados en mayoría deben tener una validez superior a la apañada, al amparo de las mayorías constitucionales, fruto del resultado de unas elecciones a una sola vuelta, con las consiguientes componendas de pactos que tan solo son ratificado por las cúpulas de los partidos. Olvidando al pueblo, como actor principal y quedando pudiendo quedar solucionado con, la reforma de la ley electoral, añadiendo, una segunda vuelta, listas abiertas y no con majaderías, tales con “el alcalde, el más votado”. Con aquello se nos presenta un sudoku de tres planteamientos diferentes, para ahora intentar darle una solución, de muy difícil encaje. A) Dejar todo como estaba antes del planteamiento catalán, cosa peliaguda, pues si no no se hubieran pronunciado los primeros catalanes, en aquella época en minoría, pero con el absurdo silencio de La Moncloa, de inspiración gallega, se ha ido convirtiendo en mayoría. Este planteamiento es el del PP. B) Es el presentado como Declaración o Documento de Granada, de corte federal y de inspiración federalista. Yo me pregunto: ¿Qué federalismo se ha elegido, el estadounidense, el alemán, el italiano o el propio español? Si así es, hay que seguir avanzando en nuestro estado autonómico, pues recorrido le queda y mucho. Este camino es lógico si miramos hacia atrás en estos últimos treinta y más años. Vemos que se han ido reformando los Estatutos, pero el que hoy nos trae en cuestión se llevo al Constitucional y se reformo al revés, doctrina pepera incluida. Los socialistas españoles necesitan una mayoría y que los populares no vayan a la justicia a solucionar su cuita política. Y C) Contempla la exigencia de la que hoy puede ser una mayoría de catalanes y en su planteamiento, primero piden un referéndum como vía a la autodeterminación, para terminar en una clara independencia. Con esto el dragón de las tres cabezas ha tomado vida y desde el Gobierno hasta ahora no se da solución “política” de ningún tipo, salvo la ya conocida, a lo largo de esta legislatura, que es la clara aplicación del rodillo parlamentario. Camino distinto pudiera ser ahondar en el autonomismo y la solución, tiene más valentía: convocatoria de un referéndum; monarquía versus republica, previo a unas Cortes Constituyentes.