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El club desmiente a César Gómez

   
Miguel Concepción dará el viernes su versión de este controvertido asunto. / SERGIO MÉNDEZ.

Miguel Concepción dará el viernes su versión de este controvertido asunto. / SERGIO MÉNDEZ.

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

Poco más de 24 horas después de la aparición pública de César Gómez en nombre de un grupo inversor de capital foráneo, el CD Tenerife reaccionó a lo expuesto por el exjugador blanquiazul a través de un comunicado oficial que a las 14.30 horas de ayer colgó en su página web. Gómez había comentado, entre otros aspectos, que a los interlocutores del club insular con los que mantuvo ciertas reuniones (Miguel Concepción y Corviniano Clavijo) les presentó una propuesta que se elevaba hasta los 30 millones de euros. El fin de ese dinero era saldar la deuda y poder adquirir las acciones que controla Concepción, el 40% según la versión ofrecida por César Gómez. Las dos afirmaciones fueron desmentidas rotundamente en dicho comunicado oficial por el representativo.

En cuanto al número de las acciones que son propiedad del máximo dirigente del CD Tenerife, se asevera que “es rotundamente falso la afirmación que se ha hecho de que controla el 40% del total capital social, ni directa ni indirectamente”, explicando que “don Miguel Concepción Cáceres, presidente del consejo de administración del CD Tenerife SAD, es titular de 19.031 acciones que representan el 10,84 % del capital social entre acciones propias y de las sociedades de su grupo empresarial, como consta acreditado en los registros oficiales y públicos correspondientes”.

A partir de ahí, desde el club se quiere dejar claro que de esos datos “se desprende que no es legal ni materialmente posible” que el jerarca pueda decidir si se vende o no el CD Tenerife.

En varias ocasiones en el texto de este comunicado el club se refiere a la persona interesada en llegar al 51% del accionariado de la S.A.D. como “supuesto inversor”, restando credibilidad a la figura del empresario germano que está detrás de esta operación.

En el CD Tenerife estudiaron detenidamente la larga comparecencia de César Gómez el pasado lunes y a última hora de ese día se preparó con los servicios juridicos de la entidad el contenido de la respuesta que se iba a dar a lo que había dicho horas antes el que fuera destacado jugador blanquiazul en la década de los noventa.

Incumplimientos

El CD Tenerife quiso aclarar algunos de los motivos que le llevaron a desechar esta propuesta, que se empezó a desvanecer cuando desde el club se detectó “falta de voluntad” de este grupo inversor para acceder a alguna de las peticiones de la entidad.

Tras una primera toma de contacto, “en un segundo encuentro, al que asistió personalmente el supuesto inversor, se sentaron las bases preliminares para avanzar en el conocimiento mutuo, designando cada una de las partes un interlocutor, profesional del sector económico, a través de quienes se canalizarían las informaciones pertinentes, acordando que cada una de las partes comunicara a la otra el profesional designado”.

Fue ahí cuando desde este grupo inversor no se cumplió con lo solicitado por el club isleño, ya que “si bien el CD Tenerife SAD designó al profesional y se le comunicó a los posibles inversores, estos no cumplieron con la suya de designar y comunicar al CD Tenerife SAD el profesional-interlocutor por ellos designado, a pesar de las reiteradas peticiones que se le realizaron en tal sentido. Ante los reiterados incumplimientos indicados en el punto anterior por parte de los posibles inversores, que demostraron su falta de voluntad, no fue posible progresar en esta primera fase, lo que imposibilitó entrar siquiera en las negociaciones”, se especificó desde el club.

Ya lo intentaron con el Mallorca

El “supuesto inversor” que está detrás del intento de acceder al control del CD Tenerife es un empresario alemán que ya intentó hace dos años hacer una operación similar con el RCD Mallorca. Stefan Wierig, cabeza visible de una empresa con sede en Alemania y con ramificaciones en Suiza, tiene participaciones en varias sociedades alemanas y hasta hace unos años era propietario de Sport Stadianet, una empresa dedicada a la construcción de instalaciones deportivas, especialmente campos de fútbol de pequeñas y medianas dimensiones. A finales de 2011, Wierig se dirigió al RCD Mallorca asegurando que estaba en disposición de pagar los nueve millones de euros que pedían los propietarios del club balear por la totalidad de las acciones.

Además garantizó que pondría garantías de solvencia económica para cubrir la deuda de 32 millones de euros resultante del concurso de acreedores de la entidad mallorquinista, cuestión básica para dar forma a la operación. La prensa de Mallorca contó en esas fechas que Wierig aportaría una suma de su bolsillo, pero el capital importante para hacer la operación vendría de los suizos, que hasta ese momento no habían aparecido en escena.
En el Real Mallorca, la voz cantante la llevaban Lorenzo Serra Ferrer; el presidente, Jaume Cladera, y el director general, Pedro Terrasa, quienes controlaban la mayoría accionarial del cuadro bermellón. Poco tiempo después, la entidad mallorquinista emitió un comunicado anunciando la ruptura de conversaciones con el grupo inversor suizo-alemán por “su reiterada informalidad”.

El Diario de Mallorca recogió en esa época que el empresario alemán que actuaba en su nombre, Stefan Wierig, “no hizo acto de presencia en la isla pese a que lo había anunciado. No es el primer desplante del germano, pero es el que colmó la paciencia de los dirigentes bermellones”.

El mismo periódico añadió que la no comparecencia de Wierig y el hecho de que nunca llegara a presentar las garantías bancarias para avalar los 32 millones de euros de deuda resultante del concurso de acreedores, había sido la clave para el fin de todas las conversaciones.

Llegado el momento, Stefan Wierig ni siquiera justificó por qué no se presentó a la cita y en el Real Mallorca se tenía la sospecha de que se hubiera echado atrás por haber salido su nombre en los medios de comunicación. El interés por el Mallorca de los empresarios suizos y alemanes fue desvelado a finales de 2011 por parte del entonces presidente del club y uno de los mayores accionistas Jaume Cladera, quien se refirió públicamente a ellos en numerosas ocasiones y anunció un calendario de encuentros que, en cualquier caso, tampoco arrojaron ningún resultado.

Como ese encuentro definitivo nunca llegó a producirse, el propio Cladera dio por zanjado el asunto tras arremeter contra el grupo inversor foráneo por su falta de seriedad y continuidad en las conversaciones para la supuesta venta. “No han cumplido”, llegó a decir el exdirigente del Real Mallorca.

Meses atrás había sucedido otro episodio que casi pone fin a las conversaciones entre las partes y que recogió la prensa balear. Cuando los dirigentes del Real Mallorca pidieron nuevamente a Wierig pruebas de su solvencia financiera, el empresario alemán respondió que por culpa de la crisis griega los bancos les estaban poniendo muchas trabas. Nada más oír estas palabras, Cladera y Terrasa se levantaron de la negociación y se marcharon.

A pesar de los múltiples intentos por parte del Mallorca de llegar a un acuerdo, al final se quebró todo por la falta de confianza en este grupo inversor.