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Stop al comercio ilícito del tabaco

   
Solo Gibraltar supera a Canarias como vía de contrabando de tabaco. | DA

Solo Gibraltar supera a Canarias como vía de contrabando de tabaco. | DA

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

El comercio ilícito de tabaco es un problema en España. Según datos de la mesa del tabaco, uno de cada once cigarrillos consumidos en la Península es ilegal. Pero es que el crecimiento del comercio ilegal de tabaco se explica por un conjunto de factores, como la crisis económica o la permisividad social.

En los últimos dos años se ha registrado una notable subida de los precios del tabaco en el territorio peninsular como consecuencia de un alza de los impuestos, que ha ampliado considerablemente el diferencial de precios con otros mercados periféricos, como por ejemplo Canarias, Gibraltar o Andorra. Esto, además, anima a las mafias a introducir tabaco ilícito. Tal es así que un contenedor de tabaco ilegal representa una ganancia de 1,5 millones para el contrabandista.

Los datos hablan por sí solos: El 17,1% de los cigarrillos ilegales que se introdujeron en 2013 en la Península provinieron de Canarias, según se desprende de un informe elaborado por la consultora KPMG sobre el comercio ilícito de tabaco a petición de las cuatro grandes compañías: British American Tobacco, Imperial Tobacco, Japan Tobacco International y Philip Morris.

Esto significa que el Archipiélago es, por detrás de Gibraltar, la segunda fuente en importancia de todo el tabaco ilegal que se vende en la Península. De este último mercado (Gibraltar) procede el 51,9% de las cajetillas ilícitas consumidas en el territorio peninsular. Aún así, este 17,1% supone un descenso frente a la tasa del año anterior (2012) que se situó en un 22,9%.

Este descenso se explica, entre otras razones, por la puesta en práctica de un conjunto de medidas desarrolladas por el Ejecutivo regional, como por ejemplo, la obligatoriedad de precinta fiscal en las Islas o el incremento de los aranceles de importación, así como un refuerzo de los controles aduaneros, tanto en Canarias como en la Península.

Pese a ello, el portavoz de la Mesa del Tabaco, Juan Páramo, asegura que el Archipiélago continúa siendo una de las puertas de entrada de tabaco no doméstico en el mercado peninsular. Esta circunstancia se debe, sobre todo, al diferencial de precios de las Islas respecto al territorio peninsular.

Así, mientras en Canarias, el precio medio de una cajetilla de cigarrillos se sitúa en 2 euros, en la Península se dobla y alcanza los 4,35 euros de media. Este diferencial es aún más importante si se consideran las illicit whites o marcas blancas, es decir, cigarrillos fabricados o importados legalmente en un territorio con el fin de ser vendidos de contrabando en otro territorio. Y Canarias no escapa a este fenómeno europeo.

Hay que tener en cuenta además, que el incremento del consumo tabaco ilegal en la Península que, en el último año creció hasta representar el 9% del total de los cigarrillos consumidos, se explica por el boom de las illicit whites. Según datos de KPMG, estas enseñas han crecido un 34% y suponen en la actualidad más de la mitad del mercado ilegal de tabaco en España.

En cuanto a Canarias, en el último año, la entrada de tabaco no doméstico desde las Islas a la Península se situó en 880 millones de cigarrillos (44 millones de cajetillas). En este sentido, Páramo destacó que ha sido determinante la incorporación de la precinta fiscal a los productos del tabaco que se comercializan en Canarias a partir de 2011.

Por tabaco no doméstico se entiende aquel que no ha pagado sus impuestos en el mercado donde se consume, en este caso en la Península, bien porque ha entrado de manera ilegal o de forma legal, gracias a la franquicia de transporte que posee cada viajero. Se estima que el 14% del tabaco procedente de Canarias es legal, amparado por el límite de un cartón de tabaco que pueden traer a la Península los que viajan desde las Islas. El 86% restante es producto ilícito y equivale al 17% del tabaco ilegal que se consume en Península.

Un fraude de 718 millones de euros
Juan Páramo, portavoz de la Mesa del Tabaco, agrupación en la que está representado el conjunto del sector, afirmó que lo más preocupante es que el consumo de tabaco ilegal es en muchas ocasiones una práctica aceptada por la sociedad. “Creemos que una buena parte de los consumidores no son conscientes de qué supone comprar contrabando de tabaco y de los daños que esta práctica conlleva al conjunto de la sociedad”. Además del grave perjuicio para las arcas públicas [en 2013 el comercio ilícito de tabaco ocasionó un fraude de 718 millones de euros al Estado], esta actividad facilita la financiación de organizaciones criminales y fomenta el acceso de los menores de edad al producto, “pues es más barato y no hay ningún control en su compra”. Por ello, desde la mesa del tabaco solo conciben la lucha contra el comercio ilícito de tabaco desde un punto de vista global, con diferentes iniciativas que van desde “la concienciación y educación ciudadana a la cooperación entre gobiernos, fuerzas de seguridad e iniciativa privada”, pasando por la introducción de sofisticadas tecnologías para garantizar la protección de la cadena de suministro legal o de políticas efectivas, con sanciones disuasorias estrictas a los delincuentes que se dediquen al comercio ilegal de tabaco.