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PUERTO DE LA CRUZ >

El templo shakesperiano del Taoro

   
Decenas de usuarios acuden a la biblioteca a diario para consultar diversos libros y acceder a Internet. / J. L. C.

Decenas de usuarios acuden a la biblioteca a diario para consultar diversos libros y acceder a Internet. / J. L. C.

PAULA BAZO PERERA | Puerto de la Cruz

En un rinconcito del parque Taoro, entre árboles, césped y el bullicio que provocan los niños de la International British Yeoward School se encuentra la Biblioteca Inglesa de Puerto de la Cruz. Esta hermosa casa construida bajo las directrices del estilo victoriano alberga ya más de 30.000 volúmenes, muchos de los cuales datan desde antes de su creación en 1903.

El actual presidente de la misma, Brian Arnold, y Ana Castillo, uno de los 40 voluntarios que tiene el centro, nos reciben en la puerta dispuestos a enseñarnos todos los entresijos y recovecos del lugar, amén de explicarnos las actividades que se promueven por y para la comunidad inglesa de la localidad. Y es que esta institución, que cuenta con casi 300 miembros -la mayor parte de ellos británicos y escandinavos, aunque también algunos españoles licenciados en Filología-, suma más de un siglo manteniéndose con las modestas cuotas que abonan todos aquellos que pretenden disfrutar de la lectura y el entretenimiento en un enclave único.

En este sentido, Brian Arnold comenta que, además de la extensa colección de literatura inglesa con la que cuenta la biblioteca, los usuarios disponen de un amplio abanico de películas, series de televisión, música, puzles y acceso wifi totalmente gratuito. Por este motivo, asegura que “las personas que vienen, no acuden solo a recoger un libro y se marchan, sino que se toman un té y ven este magnífico lugar como un punto de reunión y una oportunidad única para comunicarse entre ellos”.

La institución se autofinancia con la mensualidad (30 euros) que pagan los usuarios, que sirven para cubrir los gastos de agua y luz de la casa y para realizar compras de libros. Para ello, consultan las listas de los volúmenes en habla inglesa más vendidos y recogen las preferencias de las personas que acuden regularmente. Además, la institución recibe numerosas donaciones, sobre todo de viajeros, que dejan sus libros antes de volver a su país. Asimismo, “desde la biblioteca no solo tratamos de fomentar la lectura, también ofrecemos clases de informática y de danza, charlas en español y en invierno tenemos un club de lectura y una vez al mes se realizan exposiciones. Estas actividades son totalmente gratuitas y salen adelante gracias a los voluntarios”, concluye Brian Arnold.

La historia de un recinto peculiar

-En 1900 se produjo el boom del turismo inglés en la Isla. Los visitantes venían sobre todo por el estupendo clima que ofrece Canarias y solían pasar largas temporadas en Puerto de la Cruz. Esta fue la razón principal por la que decidieron comenzar a cubrir sus necesidades culturales y religiosas, motivo por el cual construyeron la iglesia anglicana y la biblioteca en 1903.

-El presupuesto con el que contaban para la construcción de la casa que albergaría la biblioteca suponía poco más de 1.300 de las antiguas pesetas, y estuvo financiada en su totalidad por algunas familias inglesas pudientes instaladas en el municipio.

-Durante los casi 112 años de historia que tiene la institución, siempre ha sido llevada por voluntarios y nunca ha cerrado sus puertas, pese a haber pasado por numerosas crisis debido a la falta de usuarios, sobre todo durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.