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Humor canario – Por Pedro Fernández Arcila*

   

Carlos Meca, un joven conejero comprometido con su tierra, ha sido condenado por realizar y publicar en una web dos viñetas que satirizaban un peculiar capítulo de la vida política conejera, concretamente los apaños para poder urbanizar una zona en el Cable, municipio de Arrecife, conocido como La Bufona. En la primera viñeta aparecían el Sr. Fernández Camero (Fdez. Camelo para el humorista) , que ha sido durante muchos años secretario del Ayuntamiento de Arrecife y cerebro del Caso Unión, el mayor asunto de corrupción conocido hasta ahora en la isla de los volcanes; su sobrino político, el fiscal Miguel Pallarés (Callaré en la viñeta), propietario, en aquella urbanización, de un chalet con orden demolición por obras ilegales e ilegalizables; y la entonces alcaldesa de Arrecife, Isabel Déniz.
La denuncia de los medios de comunicación sobre la lentitud y en ocasiones el silencio de la fiscalía en Arrecife ante los innumerables casos de corrupción urbanística que saltaban en la isla durante el periodo en que desempeñó Miguel Pallarés la plaza de coordinador de la Fiscalía de Arrecife, tuvo que ser, sin duda alguna, la razón por la que Meca le transformó el primer apellido del fiscal y lo retrató como el mudo de los hermanos Marx. Desde luego el particular que denunció por la vía penal esta urbanización por invadir suelo rústico de protección ecológica y que lleva esperando más de catorce años a que se celebre el juicio, habrá entendido el mensaje del humorista. En la segunda ilustración el humorista recurre a Chiquito de la Calzada para parodiar la extravagancia institucional que nos produce un fiscal realizando obras ilegales e ilegalizables, que han afectado a suelo rústico de protección ecológica y con orden de demolición del Gobierno de Canarias, hasta ahora incumplida.
Pero todo este apaño político se encuentra parado en los juzgados y las únicas resoluciones judiciales que se han dictado son dos absurdas sentencias que condenan a Carlos Meca a pagar 35.000 euros al considerar los jueces que el fiscal ha sido objeto de calumnias. La segunda de estas condenas se conoció unos días antes que el ministro de Industria decidiera, por segundo año consecutivo, veranear en un hotel ilegal en Lanzarote y poco antes que los parlamentarios canarios se llevaran como lectura de verano un borrador de proyecto de ley que permitirá legalizar los hoteles de Lanzarote declarados ilegales por los tribunales de justicia. La verdad que el humor y ligereza con el que algunos responsables políticos y judiciales se toman las cosas serias en estas islas no tiene límites.
*Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz