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Una estación de cruceros del siglo XXI

   
Refuerzo del Muelle Sur al tráfico de grandes cruceros. Los trabajos consisten en ampliar la banqueta en toda la longitud del muelle para dar más estabilidad, así como reforzar los bolardos y los anclajes. / DA La pasarela. Un corredor debidamente señalizado con áreas de sombra y descanso, vegetación adaptada al entorno marítimo y preparado para acoger una zona de bares y terrazas junto al mar. Todo ello facilitará y enriquecerá el tránsito entre el puerto y la ciudad, y dará a la infraestructura una imagen más moderna y adaptada a los nuevos tiempos. / DA Macaronesia. La nueva terminal será de las más modernas de la Macaronesia al ser diseñada como una construcción de última generación con capacidad para atender a más de 4.500 cruceristas. /DA Macaronesia. La nueva terminal será de las más modernas de la Macaronesia al ser diseñada como una construcción de última generación con capacidad para atender a más de 4.500 cruceristas. / DA
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La pasarela. Un corredor debidamente señalizado con áreas de sombra y descanso, vegetación adaptada al entorno marítimo y preparado para acoger una zona de bares y terrazas junto al mar. Todo ello facilitará y enriquecerá el tránsito entre el puerto y la ciudad, y dará a la infraestructura una imagen más moderna y adaptada a los nuevos tiempos. / DA

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

El puerto de Santa Cruz de Tenerife está engrasando la maquinaria para adaptar sus instalaciones al tráfico de cruceros. Una ambiciosa apuesta del presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, que verá la luz en 2015 y que supondrá una importante mejora en la prestación de los servicios portuarios vinculados al tráfico de cruceros. Se trata de una reordenación imprescindible teniendo en cuenta que el puerto de Santa Cruz aparece liderando todos los índices de calidad en las encuestas a los cruceristas.

La demolición, iniciada esta semana, de las naves ubicadas en la trasera de los tinglados del Muelle de Ribera de la Dársena de Anaga, marca el arranque de los trabajos preliminares de la futura estación que, sin duda, será la más moderna de la Macaronesia al ser diseñada como construcción de última generación con capacidad para atender cruceros de hasta 4.500 pasajeros. El diseño vanguardista es resultado de las consultas hechas a los principales armadores que hicieron recomendaciones en todo lo que se refiere a la operativa de dicho edificio. Por ello, la Autoridad Portuaria eligió el prestigioso estudio BBA, afincado en Miami, para las labores de consultoría de esta obra.

El futuro edificio tendrá una superficie aproximada de 8.473 metros cuadrados y dispondrá de todas las funciones de una terminal: chequeo, control de seguridad, sala de espera de pasajeros, distribución de maletas, locales comerciales, además de los servicios propios de una terminal como parada de guaguas, taxis y aprovisionamiento.

La idea, incluso, es que haya una pasarela, una especie de finger como en los aviones, para que los pasajeros puedan acceder desde el barco a la estación directamente. La terminal se alzará en el Muelle Ribera, al lado del edificio Puerto-Ciudad, desarrollándose 200 metros longitudinalmente a lo largo de dicho muelle y paralelo a la avenida de Anaga. Por su tamaño, escala y ubicación constituirá un elemento arquitectónico relevante para la ciudad.

En la construcción del edificio se aprovechará parte de la infraestructura de los tinglados actualmente ubicados en el Muelle de Ribera y que acogen los movimientos vinculados a la exportación frutera e importación de papel. Con una superficie de aproximadamente 6.000 metros cuadrados, serán renovados y ampliados. Parte de esta actividad no contenerizada pasará a la Dársena de los Llanos, donde también se reordenará la superficie.

Y es que la construcción de la futura estación de cruceros, requerirá de la adaptación de servicios y mejoras del equipamiento náutico actualmente existente. Así, además de los trabajos citados, Puertos de Tenerife también deberá materializar otras actuaciones en la misma zona. El incremento constante del número de cruceros que progresivamente utilizan el dique del Muelle Sur ha ocasionado la aparición de grietas y, en algunos casos, el arranque de bolardos, por lo que se hace necesario ya su adaptación a los grandes cruceros. Sobre todo haciendo especial hincapié en que, una vez construida la nueva terminal, el Muelle de Ribera prestará servicio a cruceros de hasta 325 metros de eslora y 8,8 de calado. De ahí la importancia de reforzar las baquetas y dar mayor capacidad a los bolardos, teniendo en cuenta que el proyecto original de esta infraestructura data del primer cuarto del siglo XX.

Los trabajos, ya adjudicados a la Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por Dragados y DRACE Infraestructuras, por un montante algo superior a los dos millones de euros, consistirán, básicamente, en la ampliación de la banqueta en toda la longitud del muelle con el objetivo de darle mayor estabilidad; la retirada de los bolardos existentes, generando una nueva zona de 11,5 metros de cantil, donde se colocarán dos unidades de 75 toneladas coincidentes con la popa y la proa de los barcos, incrementando así su fortaleza y partiendo de la hipótesis de que cada una de las alineaciones da cabida a dos barcos. También se reforzará el arranque en la zona central de la segunda alineación, además del extremo de la tercera. Otro de los refuerzos será el del anclaje de la viga cantil del muelle al espaldón mediante tirantes de una longitud de 20 metros y 63,5 milímetros de diámetro, que se instalará previa a la ejecución de la zanja correspondiente.

Zonas verdes
Otra de las adecuaciones por las que tendrá que pasar el puerto capitalino será la del corredor peatonal para los cruceristas, una obra “absolutamente imprescindible”, según el presidente de la Autoridad Portuaria, que complementará y enriquecerá el tránsito entre el puerto y la ciudad. Se trata de que el visitante tenga un acceso directo del barco a la ciudad a través de un paseo “amable” y en alineación con la céntrica calle Castillo.

Dicho corredor, debidamente señalizado, tendrá áreas de sombras y descanso, vegetación adaptada al entorno marítimo y, sobre todo, con potencial para acoger una zona de bares y terrazas junto al mar. Será una de las principales novedades que se ofrecerá la próxima temporada de cruceros a los turistas que quieran bajar del barco y acceder a la ciudad, así como a los usuarios del puerto y residentes. Todo esto le darán a esta pasarela las características de paseo marítimo y se desarrollará siguiendo el cantil del muelle deportivo de mega yates que también prevé hacerse. No obstante, en su concepción se ha tenido muy en cuenta la compatibilidad y la no interferencia con las previsiones recogidas en los diferentes proyectos de Herzog&deMeuron, configurando el paseo como una banda asfaltada cuyo trazado abarca una superficie de 4.792 metros cuadrados.

Todas estas obras suponen una inversión que está en torno a los 16 millones de euros y adecuarán y modernizarán los servicios portuarios para los grandes cruceros. Los fondos para estas infraestructuras son propios de la Autoridad Portuaria, aunque Pedro Rodríguez Zaragoza anunció que una parte procede de los fondos Feder de la Unión Europea. Rodríguez Zaragoza explicó que toda la ordenación del puerto capitalino supone una clara apuesta por “cambiar la imagen” del puerto “para que sea más atractivo y, sobre todo, adaptado a los nuevos tiempos”.

El tráfico de cruceros crece año tras año. Para este 2014 el puerto tinerfeño prevé 296 escalas y 537.835 cruceristas y, para el próximo año 302 escalas y 604.420 pasajeros.

Solo en el mes de octubre, están previstas 37 escalas: 24 en Santa Cruz de Tenerife, 12 en Santa Cruz de La Palma, y una en San Sebastián de La Gomera. Esto supondrá que por estas tres Islas pasarán 93.521 visitantes, cifra que se desglosa en 69.250 cruceristas y el resto, tripulantes de los buques. Todos estos visitantes, remarca Rodríguez Zaragoza, requieren una servicios de calidad propios de un puerto moderno. Y en este sentido, no se refirió solo a las grandes infraestructuras, sino a las obras de saneamiento o de electricidad, dando valor a las instalaciones y los servicios.

De lo que se trata, apostilló, es de “dar apoyo logístico” no solo a los buques, sino también a los cruceristas y que vean en el puerto de Santa Cruz unas instalaciones adaptadas a la capacidad funcional y al siglo XXI: modernas y vanguardistas.

Pedro Rodríguez zaragoza presidente de la Autoridad portuaria. /  S.M.

Pedro Rodríguez zaragoza
presidente de la Autoridad portuaria. / S.M.

DECLARACIONES
“La imagen del puerto capitalino, cambia para hacerlo más atractivo”
“Se ofrecerán servicios propios de un recinto moderno”
“El tránsito del puerto a la ciudad se enriquecerá y complementará”