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Hawking cierra el universo del segundo Festival Starmus

   
El físico, durante la charla ofrecida el martes en el sur de Tenerife. / SERGIO MÉNDEZ

El físico, durante la charla ofrecida el martes en el sur de Tenerife. / SERGIO MÉNDEZ

DIARIO DE AVISOS -EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

Canarias culminó ayer una semana estelar con la clausura del Festival Starmus, el encuentro que ha convertido al Archipiélago en el foco de la astronomía internacional durante seis días. Y lo hizo por todo lo alto en el Auditorio de Tenerife, con la actuación La música de las esferas, el homenaje Leyendas del espacio: un tributo a Neil Armstrong y Alexei Leonov, y la conferencia Agujeros Negros, a cargo del célebre físico teórico Stephen Hawking. El científico subrayó que espera que la fusión nuclear sea el “gran avance tecnológico” de los próximos 100 años, dado que permitiría “resolver” el problema energético del planeta y superar los gases de efecto invernadero.

En un breve coloquio mantenido con asistentes a la jornada de clausura del Festival Starmus, apuntó que los científicos “nunca” se quedarán sin “descubrimientos”, ya que “cuanto más descubrimos más misterios hay”. En la física, por ejemplo, apuntó que aún no se comprenden las “implicaciones” de la teoría de las cuerdas y si es correcta, porque no hay evidencia experimental. Hawking insistió en que la vida se ha creado de manera “espontánea”, y no rechazó que puedan haber otros planetas, dado que el satélite Kepler estima que un 5% de las estrellas de la galaxia tiene “planetas semejantes” a la Tierra, pero tienen que estar en “zona de habitabilidad” para que puede haber agua líquida. “No sabemos cómo surgió la vida por primera vez, pero tenemos fósiles de solo 500 millones de años, así que la vida apareció en cuanto pudo. Descarto los ovnis, y no creo que haya una conspiración de Estados Unidos para ocultar las pruebas y quedarse con toda la tecnología alienígena”, indicó. Además, apostilló que si existiera la opción de viajar en el tiempo, “preferiría viajar al futuro” porque el pasado “ya se conoce” y la predicción es más difícil”.

Agujeros negros
En la conferencia que pronunció, afirmó que los agujeros negros “no son prisiones eternas”, incluso pueden no existir, y cree que se puede salir al exterior o “posiblemente” a otro Universo, si bien alertó de que en caso de cruzar el pasillo, “no se podrá volver”. En su opinión, los agujeros “no son tan negros como los pintan”, y siempre “hay salida”, aunque no ocultó que es “lo más extraño” que se puede imaginar, de ahí que se haya convertido en “combustible” para la ciencia ficción. “Son agujeros que, si existieran, facilitarían el viaje interestelar, que sería lento y tedioso”, comentó, para precisar que los agujeros se originan por la gran cantidad de energía que libera una estrella, e insistió en que “nada puede escapar” de ahí, ni siquiera la luz. “Un agujero negro es una región del espacio-tiempo de la que no es posible escapar al infinito”, comentó. En su opinión, hay agujeros negros “masivos” en el centro de la mayoría de las galaxias, pero también podría haber agujeros “más pequeños” que no se han formado por “colapso” de las estrellas, sino por colapso de regiones altamente comprimidas, “que existieron momentos después del Big Bang”.

Además, valoró la investigación que ha realizado el director del festival, Garik Israelian, en el IAC (Instituto Astrofísico de Canarias) sobre las explosiones de supernovas. Hawking insistió en que no se puede saber lo que hay dentro de un agujero. “Se puede tirar hasta el peor enemigo. Al caer no notarías nada espacial, te harías cada vez más oscuro y rojo y te perderías de vista, te habrías perdido para siempre”, indicó en el cierre del Festival Starmus.

Leonov y Duke
Por su parte, el cosmonauta ruso Alexei Leonov, el primer hombre en caminar por el espacio, afirmó, en su charla, que “nadie asumía el riesgo” en la URSS para que el hombre llegara a la Luna, algo que sí hicieron los Estados Unidos con Neil Armstrong en 1969 a bordo del Apolo 11. Recordó su viaje espacial a bordo de la nave Voskhod2 y lamentó que el fallecimiento del ingeniero jefe de la carrera espacial soviética acabara con las opciones de llegar a la Luna.

Asimismo el astronauta del Apolo 16, Charlie Duke, aseveró que uno de los momentos “más importantes” de su carrera fue trabajar con Neil Armstrong, de quien destacó su carácter “frío e impasible” para resolver, por ejemplo, los problemas que tuvieron en el descenso del Apolo 11.