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Más vivo que nunca

   

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JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

El boxeo tinerfeño reverdece viejos laureles. Hacía muchas décadas que no había tanta actividad y, sobre todo, tantos púgiles, sobre todo en el plano profesional. Dieciocho son los fajadores que ahora mismo se contabilizan en el pugilismo rentado a nivel insular, 14 tinerfeños y cuatro que forman la legión extranjera.
Tenerife cuenta con dos campeones nacionales, Ibrahim López (9 victorias, 1 derrota y 1 nulo), en el peso crucero y Adasat Rodríguez (9 victorias, 3 derrotas y 2 nulos), dentro del peso semipesado. Además, Juan Carlos López King Daluz (9 victorias, 1 derrota y 2 nulos) pudo haber obtenido el tercer título nacional hace apenas dos meses pero cedió en Bilbao frente a Natxo Mendoza en un pleito por el cinturón del peso superligero.

Por su parte Zeben Robinson García (10 victorias y 2 derrotas) tuvo que renunciar el año pasado a su condición de campeón de España del peso pluma debido a las dos operaciones a las que se sometió para sanar una de sus rodillas. Hasta entonces, el de Taco había tenido la oportunidad de hacer un mundial plata en Argentina y el título de la Unión Europea en Italia, aunque los dos compromisos se saldaran con derrota. El menor de la saga de los Robinson ya ha iniciado el camino hacia el retorno.

Otra de las grandes esperanzas del pugilismo tinerfeño ha sido Zeben Díaz (7 victorias y 1 nulo). El fajador del Star Gym derivó su carrera hacia el kickboxing donde obtuvo muy buenos resultados y grandes dividendos económicos. El año pasado retornó a los cuadriláteros para buscar una oportunidad en un deporte donde se inició y en el que deslumbró con muchos triunfos antes del límite. Ahora, con el paso de los años, mantiene la peligrosidad en sus manos pese a la pérdida de aquella explosividad que le lanzó a la fama.

Estos fajadores forman el grupo de los más expertos, de los que más combates atesoran como profesionales. A partir de ahí hay muchos hombres que se han ido sumando al pugilismo rentado con mayor o menor fortuna. Entre los menos agraciados Pruden Cabrera sigue manteniéndose a la sombra. El boxeador norteño cumplió con regularidad en su trayectoria como amateur y tuvo dos buenas oportunidades para estrenarse como profesional. Debutó perdiendo ante Adasat Rodríguez en un combate muy igualado y cayó derrotado frente a César Córdoba en Barcelona en su segunda experiencia profesional. A partir de ahí, el desierto. El sparring habitual de Ibrahim López pudo haber sido el rival de Gabriel Campillo cuando el ex monarca mundial se comprometió con Maravillabox, pero no cuajó aquella oportunidad y se mantiene inactivo desde 2011. Ahora su nombre vuelve a sonar y podría retomar su carrera.

Tito Gil (3 victorias, 1 derrota y 1 nulo) ya dio el paso y regresó a la actividad pugilística este año venciendo a Fatah Baghban para quitarse la espina ante el fajador iraní. Ahora quiere tener la continuidad que le permita poder aspirar a títulos.

Entre los más afortunados de la última hornada de profesionales está Sandro Domínguez. La Dinamita explotó en el boxeo rentado con tres triunfos contundentes y convincentes hasta que tuvo el accidente con Clark Telamanou. Sandro tiene cualidades suficientes para convertirse en un campeón y una de esas virtudes es la de aprender de los contratiempos. Su retorno está fijado para octubre y en 2015 podría tener la oportunidad para hacer el título nacional.
Ruymán Delgado encabezó la última revolución pugilística insular. Tras sus medallas de oro en los Campeonatos de España amateur, Delgado quiere llegar a lo más alto como profesional. Su mismo camino lo ha seguido su compañero de gimnasio Adán Silvera, vencedor antes del límite frente a Aarón Rodríguez en el debut de ambos. Cristian Rodríguez fue el último tinerfeño en sumarse al boxeo rentado un mes después de Álex Concepción y Alejandro Cámara y la legión extranjera formada por Ross Gorse, Artem Haroyan, Cheick Dioum y Fabio Julien también quiere su hueco en la gloria.