Mirandés: pescar en río revuelto

El conjunto burgalés consiguió su primer triunfo de la temporada en Santander, frente al Racing. / J. R. GONZÁLEZ

El lío del verano entre la Liga de Fútbol Profesional y el Real Murcia no fue negativo para todos. El Mirandés, que había descendido deportivamente la pasada campaña, vio como, de la noche a la mañana, los incumplimientos de los pimentoneros lo retornaban a Segunda. Los de Anduva confeccionaron en tiempo récord una plantilla que, esta vez, espera mantenerse en la categoría por méritos deportivos.

Cuando estalla el caso Murcia todos dirigen sus miradas al CD Mirandés. Los burgaleses habían ocupado la décimo novena plaza clasificatoria en Segunda División, por lo que ellos serían los que recuperara la LFP para, sin jugar en Segunda B, volver a la segunda categoría del fútbol español.

Plantilla de Segunda
Carlos terrazas pasó de ser el posible entrenador del ascenso al que tendría que buscar la permanencia y se encontró con una plantilla a medio confeccionar. Terrazas contaba con 10 futbolistas en el momento que todo ocurre, teniendo que comenzar la campaña, frente al CD Lugo, con 20 jugadores, cuatro de ellos con ficha del equipo filial, de Tercera División.

El entrenador, que hace las veces de mánager general, aclaró que tratarían de completar el plantel “al menos hasta diciembre” momento en el que buscarían nuevos refuerzos. El resultado final fue un grupo de jugadores de los que solo seis, Caneda, Corral, Igor Martínez, Jon Vega, Asier Barahona y Borja Docal, repetían respecto al curso pasado, que componían una plantilla a medio camino entre Segunda B y Segunda División.

Con todo, las cosas no parecen haberle ido mal al Mirandés. Un triunfo, un empate y una derrota lo sitúan en la décimo tercera posición de la clasificación, con la moral reforzada tras haber eliminado al Racing del Ferrol en la Copa (4-1).

Todos apuntan a Alfredo de Miguel, su presidente, como principal artífice del retorno. De Miguel, que la temporada pasada anunció haber rechazado dos ofertas para vender el club, siempre confió y defendió el regreso de los suyos a Segunda.

A pesar de ser “respetuosos” en todo momento con el Murcia, De Miguel reconoció haberse personado en varias ocasiones en la LFP “por si era necesario personarse en la causa”. Finalmente, no fue necesario que el Mirandés se personara, pero no fue necesario.

El presidente, junto a Carlos Terrazas, se pusieron manos a la obra para poder terminar de confeccionar la plantilla, logrando, por ejemplo, el fichaje de un Urko Vera que, más allá de sus tras tantos al Ferrol, se ha destacado como uno de sus hombres más importantes.

Curiosamente, este ha sido el segundo verano movido para los burgaleses. El año anterior tuvieron que convertirse en Sociedad Anónima Deportiva, algo que, a pesar de no resultar sencillo, consiguieron en tiempo y forma.

La entidad estaba obligada a recaudar 2.240.600 euros sin el apoyo, por ejemplo, de Miranda de Ebro, pero, un empresario local, junto a los propios integrantes de la plantilla, acabaron por completar la ampliación.