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Las petroleras han sondeado ya en 267 puntos de las costas españolas

   
Sondeos. / Fuente: Ministerio de Industria y Energía

Sondeos. / Fuente: Ministerio de Industria y Energía

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Canarias es la única comunidad autónoma de España donde no se han realizado sondeos exploratorios de hidrocarburos, circunstancia a la que pondrán fin los recién autorizados por el Ministerio de Industria y Energía a Repsol en alta mar frente a Lanzarote y Fuerteventura. En total, desde 1959 hasta 2011 se habían llevado a cabo en España 267 perforaciones en busca de crudo o gas en el mar, y 422 en tierra, lo que totalizan 688 sondeos y 1.678 kilómetros perforados, de acuerdo con las estadísticas de la Subdirección General de Hidrocarburos del Gobierno estatal.

“El riesgo de derrame en un sondeo exploratorio es muy inferior a cero, tendiendo a menos infinito, tal es así que en Noruega o en Inglaterra no se les exige declaración de impacto ambiental y en España sí”, explica a este diario el geólogo tinerfeño Antonio Afonso, ya jubilado, con más de tres décadas a sus espaldas de búsqueda de hidrocarburos en todo el mundo para las grandes compañías, incluida Repsol.

Afonso aclara que como experto en la materia no entra en la oportunidad o no de estos proyectos, ni en el debate político suscitado, pues su carrera profesional en múltiples países consistió en localizar yacimientos y su extracción lo más segura posible. “Sondeos en aguas profundas como los que hará Repsol cerca de Canarias”, asegura, “ se hacen en todo el mundo, dos ya en Baleares, con columna de agua de 900 metros de profundidad y en los realizados hasta ahora en España no se han producido nunca accidentes con derrames contaminantes en el mar”.

Afonso puntualiza que uno de cada 60 sondeos exploratorios es positivo y tiene interés comercial para explotar estos recursos, por lo que considera que la polémica sobre este asunto aún es “un poco precipitada”, pues incluso si se diera con un yacimiento de interés, sería necesario realizar sondeos de desarrollo, que requerirán a su vez una evaluación comercial y un procedimiento nuevo de evaluación de impacto ambiental de los riesgos previsibles y la forma de evitarlos.

Haciendo un recorrido histórico, Afonso recordó que en 1976 y 1981 participó en Asturias en dos descubrimientos con Shell en el Mar Cantábrico, aunque no hubo suficiente roca almacén (la que retiene el petróleo) para rentabilizar su explotación. Posteriormente hizo ensayos Eniepsa (antecedente de Repsol), en el Golfo de Vizcaya, donde se halló gas y petróleo ligero, a 7 kilómetros de una reserva de la biosfera, y ahora almacén de gas.

En el Mediterráneo existieron cuatro campos principales. Ya cerrados están el de Amposta (1973, Shell, que dio con petróleo pesado), Dorada (Unión Texas, 1975, con crudo ligero), y Tarraco (Shell, desde 1979) y, aún en producción, Casablanca (Repsol, 1977), con 2.000-3.000 barriles diarios, cifra que contrasta con los 1,3 millones de barriles que consume al día la economía española.

Por último, en la Costa del Sol y de la Luz, en el sur de la Península, se han efectuado tres sondeos secos, pero en Cádiz se descubrió un campo de gas, denominado Poseidón, en producción desde 1997, a 25 kilómetros de la costa, frente al parque de Doñana, según refiere el geólogo .

Ensayos frente a las Islas

En aguas jurisdiccionales españolas junto a Canarias, pues, los que Repsol prevé iniciar en octubre serían los primeros, aunque al otro lado de la mediana o frontera imaginaria, Marruecos ya lleva acumulados intentos, sin ir más lejos cuatro este mismo año. “En uno de ellos”, expone el experto, “Cabo Juby, la compañía escocesa Cairn dio con petróleo pesado en una capa de 110 metros de espesor en calizas del Jurásico Superior, pero este tipo de crudo es más barato que el ligero y su transformación más cara, por lo que no se consideró de interés comercial”. Agrega Afonso que ya en 1970 y 1973 Exxon y luego Mobil en 1974 habían hallado hidrocarburo en aguas marroquíes, pero un crudo pesado, de extracción muy cara y declarado no comercial.

Curtido en mil exploraciones por todos los continentes, el geólogo recuerda que la balanza energética de España (es decir, la diferencia entre lo que exporta y lo que importa) tiene un déficit anual de 21.053 millones de euros en petróleo y derivados, de 9.230 millones en gas, y de 713 millones en carbón y derivados. Por ello defiende la importancia de la exploración de estos recursos en aguas españolas.

Llegados a este punto, apoya al máximo las energías renovables, pero deja claro que estas, en el mejor de los casos, podrían llegar a suplir el 27% del petróleo consumido, porcentaje empleado para la generación de electricidad en Canarias, pero no así aún para el 73% restante, del que el 37% es usado por los barcos, el 13% para la aviación, el 20% para los automóviles (gasolina y gasoil), el 2% la Refinería y el 1% de otros usos industriales.

“En los años 80 planteé sondear aquí”

La búsqueda de petróleo o gas llevó al geólogo Antonio Afonso desde su La Laguna natal a los cinco continentes. Pero en los años ochenta se fijó en el subsuelo oceánico al este de Canarias. “Entonces planteé a las petroleras mi interés en que se explorara en la zona donde ahora lo va a intentar Repsol, por ser una cuenca sedimentaria que podría albergar hidrocarburos”, evoca Alonso. Desde esa época partió de la hipótesis de que el gradiente geotérmico podría ser mayor a medida que los sondeos se acercaran a Canarias, pues en el año 1956 no dieron con petróleo los realizados por empresas extranjeras en el antiguo Sahara español. “El gradiente geotérmico era muy bajo allí, y aunque haya roca madre, es decir, acumulación de materia orgánica fosilizada, se necesita que se caliente para fracturarse y transformarse en petróleo o en gas, pasando de estado sólido a líquido, lo que permite su extracción”. Pero su propuesta de sondear junto a Canarias cayó entonces en saco roto, “porque las petroleras en esa época consideraron que había zonas más atractivas, con más posibilidades de hallar hidrocarburos de interés comercial”.

El geólogo tinerfeño expone que el subsuelo oceánico donde tiene previsto prospectar Repsol está formado por sedimentos de entre ocho y nueve kilómetros de espesor, y que geográficamente (por la llamada deriva continental )es el equivalente a zonas de Canadá donde se ha encontrado petróleo.