Rivero pone una fecha límite a la consulta: antes del 30 de noviembre

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ayer ante el pleno del Parlamento. / SERGIO MÉNDEZ

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Sin tretas no hay paraíso. La comunicación del Gobierno de Canarias sobre las prospecciones derivó ayer en un debate de política general con el petróleo como telón de fondo. En el pleno monográfico, Paulino Rivero recurrió a su astucia presidencial para poner fecha límite a la consulta popular pero sin concretar. En las horas previas a la aprobación provisional del reglamento del artículo 20 de la Ley de Participación Ciudadana, de 2010, anunció que se convocará para “antes del 30 de noviembre”. Podría ser una jornada anterior o posterior a la teatralización del desafío soberanista catalán (el 9 del mencionado mes).

Durante su primera intervención ante la sesión extraordinaria, Rivero también avanzó que el Ejecutivo regional propondrá a la Comisión Europea que verifique y fiscalice “todos los procesos y autorizaciones que ha otorgado el Estado a Repsol” para que realice sondeos en aguas próximas a las islas de Lanzarote y Fuerteventura. La vía de los tribunales de justicia de la UE está taponada debido a que, reconoció, solo están facultados los estados miembros. Enérgico y con los brazos extendidos, el presidente prometió redoblar “esfuerzos” en el marco, faltaría más, del Estado de derecho, así como comprometer a Sacyr y CaixaBank, accionistas de referencia de la multinacional. En el mismo paquete de medidas de presión por “convicción”, el bipartido (CC-PSOE) exhortará al estricto cumplimiento de los puntos de la Constitución “basados en los principios de la no arbitrariedad, la no discriminación social y territorial”.

Paulino Rivero enumeró las razones de esta tercera solicitud a la Cámara legislativa para que oriente la “acción política” contra la búsqueda de hidrocarburos. En el escrito entregado al Parlamento se recuerda que el Tribunal Supremo ha dictado una sentencia sobre los recursos contra el real decreto 547/2012, de 16 de marzo, por el que se convalida el 1462/2001, de 21 de diciembre, por el que se otorgan los permisos de investigación. Asimismo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el 13 de agosto la resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas, por la que da luz verde a Repsol Investigaciones Petrolíferas, S.A. para que ejecute los permisos de investigación. En palabras de Rivero, secundado por todos los grupos políticos a excepción del mayoritario (PP), esta circunstancia “supone la persistencia de la actitud de desprecio hacia la ciudadanía y las instituciones democráticas canarias”. Tal “despropósito se une”, resaltó, al “silencio desleal como respuesta a la petición de un referéndum y al visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente a la declaración positiva de impacto ambiental (obligatoria en este tipo de proyectos) apenas cuatro días días después de las elecciones a la Eurocámara y en vísperas del Día de Canarias”.

El máximo representante ordinario del Estado en la Comunidad Autónoma tampoco pasó por alto al alegato contra “el distinto rasero respecto a Baleares”. Como quiera que reivindica un “trato igualitario”, Rivero se colocó virtualmente detrás de la pancarta del “no a los sondeos” en el otro archipiélago. “Defendemos un modelo económico sostenible, que gira alrededor del turismo”, enfatizó.

A continuación, Águeda Montelongo se propuso reventar el “acto mitinero” de Paulino Rivero. Le planteó una moción de censura imaginaria y le afrentó la “desafección” en las entrañas de Coalición Canaria. “Vivimos nuevos tiempos, los ciudadanos demandan una nueva forma de hacer política, de romper con los viejos esquemas”, profirió la diputada majorera ante las “majaderías” del presidente y en presencia de Fernando Clavijo.

“Vengo a expresar mi apoyo al presidente y a los partidos que se oponen a las prospecciones”, dijo a este periódico el aspirante en la víspera de su proclamación como candidato a la candidatura de CC para los comicios de 2015.

“¡Basta ya!”, imploró Montelongo de manera reiterada. A una diana con su cara lanzaron dardos envenenados José Miguel Ruano (CC-PNC-CCN), que lucía una corbata alusiva, y Manuel Fajardo (PSOE). Román Rodríguez (NC-PIL) repartió puyas a diestro y siniestro.

“La verdad está con nosotros”, clamó Rivero. Y con su espíritu.