La presidenta de la Fundación Mujeres por África, María Teresa Fernández de la Vega inauguró ayer la jornada Mujeres africanas y desarrollo, dentro del Campus África 2014. La también exvicepresidenta del Gobierno de España recalcó que la mujer africana ha jugado y juega un papel fundamental en el establecimiento de la paz en el continente vecino. Esta afirmación la asentó en varios casos como son los ejemplos de Liberia que es un país en constante conflicto violento que finalizó con la entrada en el gobierno de la presidenta Elle Johnson Sirleaf. Otro país que ha logrado una estabilidad bélica es Sierra Leona gracias a la intervención de las mujeres.
María Teresa Fernández de la Vega compartió escenario con la exvicepresidenta de la Comisión Africana para los Derechos Humanos y de los Pueblos, Vera Duarte; con la diputada nacional Ana María Oramas; y con la consejera de Bienestar Social de la Comunidad Valenciana, Asunción Sánchez Zaplana; con la moderación de la periodista María Doménech.
“Cuando la violencia contra las mujeres acabe, acabarán las guerras”
Estas palabras coincidieron con las expresadas por la exvicepresidenta de la Comisión Africana para los Derechos Humanos y de los Pueblos, Vera Duarte, quien recordó que en la Carta Africana sobre Derechos Humanos, “no figuraba menciones a la mujer”, por lo que se trabajó desde su organización en un protocolo de acción donde se pusieran sobre la mesa algunas cuestiones de género como la pobreza, el analfabetismo, la mutilación genital o los casamientos en la adolescencia. Cuando los gobiernos comenzaron a descubrir estos aspectos y empezaron a regularse, el empoderamiento de la mujer se comenzó a mostrar como una realidad. Por ejemplo, en algunos países como Guinea Bissau se realizaron campañas internacionales en contra de la ablación y es una práctica que se ha ido reduciendo. Esa iniciativa formó parte de “un movimiento consciente de empoderamiento de las mujeres de África”, que ya no se limita a ejercer su poder dentro de la familia, sino que está preparada para la vida pública. La también exministra caboverdiana recordó que, pese a estos problemas, en África la participación femenina en la política ha ido en aumento y hay países como el suyo donde la paridad está establecida desde hace años. “La mujer africana participa de la vida política y allí donde lo hace, ayuda a que las guerras desaparezcan quizá por una cuestión de que son madres y quieren impedir que sus hijos mueran en los conflictos”.
Por su parte, Ana Oramas se centró en la lucha contra el hambre. “Ni los occidentales ni los africanos hemos sido capaces de invertir esa realidad vergonzante y, año tras año, asistimos con estoicismo a imágenes desoladoras que se cuelan en nuestros hogares a través de las pantallas del televisor”. A esto remarcó: “La respuesta no puede ser únicamente el blindaje de nuestras fronteras. Es un parche insuficiente que nunca podrá atajar el flujo de personas dispuestas a morir en su huida desesperada”.