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José Carlos Francisco: “La Universidad ofrece empleados que el mercado no demanda”

   

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
Fotos: ANDRÉS GUTIÉRREZ

José Carlos Francisco. | A. G.

José Carlos Francisco. | A. G.

El pasado lunes fue reelegido presidente de la patronal tinerfeña. Un cargo que desempeñará durante cuatro años más y que dedicará, entre otras cosas, a que la sociedad mejore la percepción que tiene de los empresarios. En esta entrevista afirma que la administración es muy grande, critica la maraña legislativa que ralentiza las inversiones y lamenta que los ciudadanos consideren al empresario como su enemigo. No tiene pelos en la lengua al afirmar que la Universidad no ofrece los puestos de trabajo que el mercado laboral demanda y que las prestaciones sociales son muy altas y desincentivan el empleo.

-¿Cree usted que Canarias debe cambiar su modelo medioambiental y turístico por las prospecciones de gas o petróleo?
[Ríe] “Es una pregunta trampa”.

-No la hago yo, la hace el Gobierno.
“Ya, ya”.

-Pues dígame entonces qué le parece la pregunta.
“Pues mire, tiene una ambigüedad terrible, porque no sé si el Gobierno la hace así para disimular y dar la impresión de que no se mete en las competencias del Estado o es adrede”.

-Sí al petróleo, entonces.
“Yo digo lo que siempre he dicho: conocer para decidir. Es decir, primero veamos lo que hay, si es bueno o no, y después empecemos a discutir. No peleemos por la herencia del muerto sin saber antes si tiene herencia”.

-Buen ejemplo. Dejemos a un lado el tema del petróleo, ¿por qué caen ustedes [los empresarios] tan mal?
“Pues no lo sé, quizás sea una razón religiosa”.

-¿Religiosa?
“Sí. Se supone que el empresario tiene más dinero, y el dinero en el catolicismo no está bien visto. En los países protestantes, las ideas de Calvino basadas en el trabajo y el esfuerzo y donde la remuneración del cielo estaba en lo que hacías en la tierra hace que, a lo mejor, haya países de cultura protestante donde el empresario esté mejor visto, y países católicos donde no, porque se supone que es alguien que busca el beneficio”.

“El dinero en el catolicismo no está bien visto”

-Yo lo achaco más a un tema de envidia, sinceramente.
“Puede ser. Mire, hay un ejemplo sociológico que compara quién es más feliz: si vives en un edificio donde todos los que viven contigo tienen más o menos el mismo coche que tú, eres más o menos feliz, pero, si vives en un edificio donde tu tienes un coche mejor, pero el resto tiene dos en lugar de uno, serás más infeliz que en el primer sitio. Te preguntarás, pero ¿por qué si tengo un coche mejor? Sí, pero mis vecinos tienen dos y yo uno. La verdad es que no sé la razón. Debe estar en el ADN de la sociedad española, pero tenga en cuenta que la envidia es por desconocimiento y hay mucha gente que desconoce cuál es la situación real. Hay empresarios que viven holgados de dinero, pero también los hay hipotecados y sin poder dormir porque no pueden pagar las nóminas de sus empleados. Ser empresario es una profesión muy dura, con una gran presión psicológica, por eso mucha gente no quiere serlo”.

-Casi un acto de valentía.
“Y de riesgo. Los empresarios deberíamos tener mejor imagen para que, entre otras cosas, los jóvenes se hicieran empresarios”.

-¿Y cómo piensa cambiar esa imagen?
“La mayoría de los cambios se producen por la necesidad. Si hace unos años le preguntaba a los jóvenes qué querían ser le contestaban que funcionario. Esto ha cambiado porque saben que es difícil encontrar trabajo en la administración pública. Por eso hay cada vez más jóvenes que quieren ser autónomos. No sé si es una cuestión de madurez o que las nuevas generaciones que se van incorporando al mercado laboral son más activas. Quizás sean éstas las que cambien el concepto de los empresarios”.

-¿Siente que no se valoran los esfuerzos que hacen?
“Volvemos a lo mismo. La sociedad entiende que si el empresario emplea a diez podría emplear a doce, y además pagarle mucho mejor”.

-Lo digo por la lluvia de críticas e insultos en las redes sociales tras la muerte de Emilio Botín e Isidoro Álvarez.
“Las redes sociales tampoco son la impresión del 100% de la sociedad. Siempre se expresan los radicales a favor y en contra, y luego hay una mayoría en medio que no se expresa y que no piensa lo de los extremos”.

-¿Explotan los empresarios a los trabajadores?
“El 90% no. Hay empresarios que sí, y trabajadores que explotan a los empresarios también. Son la minoría, pero los hay”.

“Hay trabajadores que explotan a los empresarios”

-¿Trabajadores que explotan a empresarios?
“¿No es explotar a un empresario estar de baja sin estar enfermo? ¿O sisar? ¿O robar? ¿Esto ocurre? Sí. Pero afortunadamente son una minoría”.

-¿Es caro el sistema de desempleo español?
“Hay un hecho que es palpable. Por un lado, los sueldos tienen un nivel bajo (porque son los que pueden ser dadas las circunstancias actuales) y, por otro lado, las condiciones sociales son altas. Si usted combina sueldo bajo y trabajar ocho horas al día, con condiciones sociales altas por no trabajar, pues es normal que se desincentive el trabajo. Porque, piense una cosa: cuando un trabajador recibe una nómina de 850 euros y se tiene que levantar temprano todos los días, coger una guagua o su coche, gastarse un dinero en gasolina o en transporte y volver por la tarde a casa, y por otro lado sabe que en el paro va a estar muy cerca de estas cantidades sin costo por ir a trabajar, es lógico que opte por lo segundo”.

-¿Y cómo se rompe este equilibro? ¿Subiendo sueldos o bajando prestaciones?
“Yo creo que lo ideal es una mezcla. Que la economía permita unos salarios un poco más altos y que las prestaciones sean un poco más bajas. El que tengamos que pagar un subsidio de paro razonable durante 24 meses y que además indemnicemos no se da en ningún país de nuestro entorno. O hay indemnización o hay desempleo. Estas son las cosas que desvirtúan el mercado laboral y hacen que se den circunstancias como la que me comenta. Y le digo: es verdad que la mayoría de los que están en paro lo están porque no encuentran trabajo, pero también le aseguro que hay un porcentaje de gente que no quiere trabajar en las condiciones que se les ofrecen. Prefieren estar en situación de desempleo subsidiado”.

Que la economía permita unos salarios un poco más altos y que las prestaciones sean un poco más bajas

-¿Despidos gratis?
“La existencia en España de indemnizaciones altas se remonta a la época de Franco, porque como no había seguro de desempleo, el régimen obligó a las empresas a que cuando despedían a alguien le pagara una indemnización importante, dado que luego iba a estar un tiempo sin recibir nada hasta que encontrara un nuevo trabajo. Cuando llega el sistema de protección social se mantienen las indemnizaciones, y sólo en la última reforma laboral se baja de 45 a 33 días. Nosotros ya hemos dicho que éste era alto y que muchas empresas han quebrado por los costes indemnizatorios. Pero creo que no se tocará”.

-En época electoral, imposible.
“Usted lo ha dicho. Es una decisión que afecta a mucha gente y que, además, es muy costosa políticamente”.

-Y lo de subir los salarios ni pensarlo, ¿no?
“La tendencia es que no van a bajar más y que se van a ir recuperando poco a poco”.

Ningún país de nuestro entorno paga subsidio de paro e indemnización”

-¿Están los trabajadores canarios formados y cualificados?
“Bueno, aquí lo que ocurre son dos circunstancias. Hay gente muy bien formada, pero los empresarios no somos capaces de crear puestos de trabajo para ellos, por lo que optan por salir a desarrollarse profesionalmente fuera, donde, además, les pagan. Y, por otro lado, gente sin formación que no cubre los puestos que nosotros queremos”.

-¿Y no debería la Universidad de La Laguna, que forma a los futuros trabajadores, estar vigilante a lo que ustedes, como creadores de empleo, demandan?
“Yo voy más allá y hago las siguientes preguntas: ¿la Universidad mide la empleabilidad de sus alumnos?, ¿es éste un objetivo de la Universidad? Es decir, de mis egresados, ¿qué porcentaje trabaja en el primer año?, ¿es más importante conservar el número de profesores para mantener una especialidad que no tiene empleabilidad ninguna? Cuando se cambien los sistemas que miden el rendimiento universitario, quizás empecemos a avanzar. Mientras tanto, la Universidad seguirá ofreciendo empleados que el mercado laboral no demanda”.

-El otro día el presidente de CEOE, Joan Rosell, dijo que sobraba la mitad de la mitad de la mitad de la Administración. ¿En Canarias, sobra también?
“Hace unos meses dije que sobraban 5.000 funcionarios en la administración canaria. Parece una cifra brutal, pero no lo es, representa casi cuatro de cada 100. Hay una cierta moderación, pero se acercan las elecciones y los ayuntamientos comienzan a aumentar sus efectivos. Esto nos preocupa”.

-Hablando de elecciones, llegan las bajadas de impuestos y las propuestas de subir la presión fiscal a las rentas altas.
“Es un clásico. El sistema impositivo español ya es progresivo, el que más tiene no solo paga más, sino que paga mucho más. Por ejemplo, el que gana 100 paga 10, pero el que gana 200 no paga 20 sino 30, y el que gana 300 paga 50. Por eso no me parece una buena medida subir los impuestos a las clases altas. Creo que el sistema tiene una progresividad excesiva, muy superior a los países de nuestro entorno. Políticamente está muy bien visto, porque como la mayoríad de la gente gana menos de 60.000 euros… Pero el Gobierno no tiene en cuenta que estas rentas son las que más gastan, comen en mejores restaurantes y compran más ropa. El caso más paradigmático que vimos fue en Suecia, con un sistema tan progresivo de impuestos que la gente solo trabajaba medio año, para no pagar impuestos. El Estado de Bienestar era tan brutal que la gente perdió el incentivo a trabajar”.

-Hombre, no creo que eso ocurra en España. Pero no quiero terminar la entrevista sin preguntarle por Cataluña y por el fenómeno Podemos.
“Empezando por Podemos, creo que tiene planteamientos que se pueden hacer en un contexto de utopía que adornan con un discurso fresco y que vende bien. Hay que tener mucho respeto con las ideas. Si este proyecto perdura, irán poniendo los pies en el suelo. En cuanto a Cataluña, como empresario me preocupa mucho la deriva que pueda tomar este asunto, cualquier decisión que se tome dejará frustrada a parte de la población”.