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Un paso atrás inaceptable – Antolín Goya

   

La decisión de la compañía CEPSA de reducir drásticamente la capacidad operativa del servicio de suministro de combustibles a buques en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife puede calificarse como una dura estocada en el costoso proceso de recuperación de la actividad comercial en nuestras instalaciones; un paso atrás inadmisible que puede traducirse, si no hay rectificación, en un grave perjuicio para nuestra competitividad.

Estamos hablando de reducir a la mitad la capacidad de suministro a las embarcaciones que desarrollan su actividad en el puerto capitalino, tanto para los buques de movimiento industrial como para el tráfico de crucero. Las protestas de algunos capitanes de barco, debido a la demora excesiva en la dispensación de combustible, han surgido casi de manera automática. Y en este punto queremos alertar de un riesgo que puede ser determinante para la salud económica de Santa Cruz de Tenerife y del resto de nuestro territorio insular: si esta nueva situación de debilidad termina por afectar directamente sus planes de horarios, los cruceros pueden abandonar Santa Cruz de Tenerife como una de sus escalas más importantes en esta zona del Atlántico.

Ésta es una mala noticia que debe revertirse desde ya. Desde el colectivo de estibadores solicitamos una reconsideración de su postura a la compañía Cepsa, de la misma manera que pedimos a la Autoridad Portuaria que medie de manera urgente para solventar una situación que, sin duda, puede echar por tierra buena parte del trabajo de recuperación que de manera efectiva se ha realizado, entre todos, en los últimos meses. Si ahora fallamos en un correcto servicio de suministro de combustibles, esta escalera ascendente puede empezar a agrietarse.

Después de tantos esfuerzos, de tanto trabajo conjunto para devolver poco a poco al puerto capitalino al lugar que le corresponde, ahora no podemos permitir que un elemento tan básico como es la dispensación de combustible se quiebre y ponga en riesgo el resto de la cadena de producción. Entramos en periodo de alerta, pero aún esperanzados en la esta determinación de CEPSA pueda revertirse más pronto que tarde. Nos arriesgamos a quedar ahogados en la orilla, y sería inadmisible que al final de todo las trabas en este proceso de recuperación llegaran desde dentro.

*** Antolín Goya, Coordinador General de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de Mar