JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
El enfermero tinerfeño que en la misión de cooperación en la que participó durante cuatro semanas en Sierra Leona pudo contraer el virus del ébola, pasó ayer la segunda y definitiva prueba para comprobar si realmente está afectado por la enfermedad. Tras resultar negativo el primer análisis que se le realizó el jueves por la tarde, ayer se volvieron a enviar al Instituto Carlos III de Madrid las muestras que le tomaron en su habitación de aislamiento en el Hospital de la Candelaria, 72 horas después de la primera extracción, como dicta el procedimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El resultado fue el mismo que el del anterior test: negativo, con lo que se descarta que el cooperante tenga ébola. La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias emitió anoche un comunicado en el que informaba de este dato. En la nota de prensa se especificaba, además, que los convivientes que permanecían en observación preventiva en La Candelaria, es decir, su mujer y su hijo, iban a ser dados de alta.
El pasado fin de semana se le volvió a hacer al enfermero tinerfeño un test rápido de inmunocromatografía, para confirmar que tiene malaria, según señalaron a este periódico fuentes hospitalarias. Pese a todo, estas mismas fuentes reconocieron que está “reaccionando bien al tratamiento” contra esta otra enfermedad tropical, de la que se pudo haber infectado a través de la picadura de alguna hembra de mosquito del género Anopheles.
Y es que, a pesar de que se producen entre 200 y 300 millones de casos anuales de malaria en todo el mundo y alrededor de un millón de muertes -el 90% en África subsahariana y en niños menores de cinco años-, los tratamientos existentes en la actualidad son bastante eficaces. Fundamentalmente, se recomiendan las terapias combinadas con artemisina. Los derivados de esta son los antimaláricos más potentes y con menos efectos adversos que existen. Su eficacia aumenta al combinarlos con otros fármacos, con lo cual se disminuye además la aparición de posibles resistencias al tratamiento. Según manifestaron diversas fuentes consultadas por el DIARIO, el cooperante no ha vuelto a tener episodios febriles desde el viernes, y se encuentra con buen estado de ánimo.
Dejó claro a algunos de sus compañeros y a los responsables de Cruz Roja que cumplió estrictamente todos los protocolos de seguridad durante el tiempo en el que estuvo en contacto directo con enfermos en el país africano. El enfermero continuará ingresado al menos durante unos días más para continuar con el tratamiento contra la malaria y ver su evolución .