Víctimas, vídeos y espectáculo – Por Félix Díaz Hernández

Ya han pasado diez días desde que las lluvias torrenciales del pasado 19 de octubre anegaran Santa Cruz de Tenerife dejando tras de sí una víctima mortal y cuantiosos daños materiales. Han pasado diez días y ninguno de ellos he dejado de pensar en la familia de la mujer que falleció en el torrente de agua en el que se transformó la avenida de Venezuela de la capital tinerfeña. Una familia que, por si fuera poco, además de sufrir esta pérdida, ha sido protagonista de lo que se suele denominar una doble victimización. Me refiero al espectáculo nauseabundo que alguien, con su móvil y sin escrúpulos, grabó y difundió de la fallecida tirada en la vía pública mientras trataban de reanimarla. Un vídeo que para siempre quedará imborrable en la memoria y el duelo de sus familiares. Por cuestiones laborales tuve que ver esos dos minutos y medio de grabación, al menos la parte que me llegó por Twitter, en los que una presunta vecina desde su balcón graba y comenta la jugada haciendo todo tipo de comentarios vamos a calificarlos al menos como poco adecuados. Me hierve la sangre que ese momento se haya registrado como si fuera un espectáculo más; me enerva que se haya difundido y reproducido por las redes sociales con mucho “éxito”; pero me da más asco que haya en la profesión periodística quienes lo difundieran apelando al derecho a la información cuando nada tiene que ver con eso. Así que si fueron a la facultad vuelvan a visitarla y si como me imagino no fue así, háganselo mirar. Supongo que por unos miserables clics en productos digitales de diverso pelaje todo vale. Espero que algún día esta sociedad recuerde que a pesar de las tecnologías y de la inmovilidad de la justicia en estos asuntos, las personas poseemos derechos; a nuestro honor, a la intimidad y a la propia imagen. Más si cabe en un trance dramático como éste que ya se encargará internet de mantener vivo para siempre. Y para los grabadores de estos espectáculos y todos aquellos que los difunden solo desearles que un día no sean ellos o sus familias los protagonistas de una desgracia como ésta.

@felixdiazhdez