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“Es un disparate obligar a los hoteleros a contratar plantillas mínimas o a canarios”

   
Moisés Simancas se sabe la teoría -da clases-, pero también la práctica y las exigencias del sector para mantener las virtudes de un destino como Canarias. / DA

Moisés Simancas se sabe la teoría -da clases-, pero también la práctica y las exigencias del sector para mantener las virtudes de un destino como Canarias. / DA

SARAY ENCINOSO |  Santa Cruz de Tenerife

Dirige el Máster de Dirección Turística de la Universidad de La Laguna y el Observatorio de Renovación Turística. Moisés Simancas se sabe la teoría -da clases-, pero también la práctica y las exigencias del sector para mantener las virtudes de un destino como Canarias, que no deja de batir récords de número de visitantes, aunque el 67% de su planta alojativa necesita renovarse. Esta semana coordinó el curso La financiación de los proyectos de renovación de los alojamientos turísticos, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

-En 2011 publicó un artículo en la Universidad de La Rioja donde hablaba del fracaso de la rehabilitación en Canarias, en concreto del proceso de sustitución…
“En las Islas no existe ningún ejemplo, pero hay que matizar que en el año 2001, cuando surge la idea de la moratoria turística, Canarias se plantea no seguir creciendo y recalificar su oferta alojativa. Hasta 2007 se siguen incorporando plazas turísticas, que es otra forma de rejuvenecer los destinos, pero cuando llega la crisis nadie quiere construir un hotel. Y es entonces cuando el Gobierno canario decide poner mucho énfasis en el tema de la renovación alojativa, y desde 2009 hasta ahora ese fracaso del que hablábamos ha cambiado. El Gobierno se ha puesto las pilas. Tanto con la ley que se promulga ese año como con la actual se han hecho las cosas bien”.

-Sin embargo, a Gran Canaria no le gusta la nueva ley turística, dice que frena su cambio de modelo.
“La gran discusión está en construir hoteles de cuatro estrellas. La ley plantea algo interesante: para poder obtener autorización para hacer un hotel de cuatro estrellas hay que rehabilitar otro antes. ¿Qué vamos a conseguir con esto? No incorporar nuevas plazas dejando plazas obsoletas en la parte más antigua de las áreas turísticas. ¿Cuál es el problema? Que Gran Canaria, a diferencia de las otras islas, en su momento eligió un modelo de tres y cuatro estrellas, y sobre todo de apartamentos”.

-¿Cuáles son las consecuencias como destino turístico de que Canarias no renueve?
“El gran problema es que hace 20 años o 10 años había pocos destinos en el mercado. Ahora resulta tan barato pasar una semana en Lanzarote como cinco días en Nueva York. No podemos seguir perdiendo clientes. Este año vamos a obtener una cifra récord, en gran parte porque hemos hecho las cosas bien, pero también por demérito de otros”.

-Una ventaja del Archipiélago es que aquí se pueden combinar varios perfiles de visitante: el que viene a aislarse en el resort y el que quiere disfrutar de la vida cotidiana..
“Efectivamente. Las islas son un destino heterogéneo. Son siete islas con siete destinos diferentes y cada una tiene un montón de áreas turísticas, con modelos de negocio diferentes, con potencialidades diferentes. Eso es lo que estamos analizando con la Cátedra de Turismo de la ULL. Eso hace que seamos un destino competitivo, que podamos recibir a 13 millones de turistas distintos, no tenemos estacionalidad (masificación) y encima dentro de nuestras áreas nuestros clientes encuentran muchas cosas distintas”.

-Políticos del PSOE de Canarias han sugerido que sería conveniente establecer plantillas mínimas en los hoteles. ¿Le parece una medida oportuna?
“Es un disparate. Es parecido a lo que ocurrió con la ley turística de 2009, que planteaba que 60% de la plantilla tenía que venir del Servicio Canario de Empleo. Si yo abro un hotel contrato a mi personal en función de mis intereses y posibilidades. Si quiero fichar a Jordi Roca porque quiero una estrella Michelin, ¿no puedo porque no viene del SCE? ¿No puedo porque éticamente deberíamos pedir a los empresarios que, en un momento de crisis y en una de las comunidades con mayor paro, contraten a canarios? Fernando Cabrera, uno de los grandes empresarios de esta tierra, lo comentaba en la inauguración del máster: tengo que devolver a Tenerife lo que me ha dado. Pero eso no se consigue obligando a contratar. Lo que tenemos que hacer los canarios es ser los mejores para que nos elijan cuando haya un proceso de selección, no por ser canarios sino por ser buenos profesionales. Otra cosa importante: que nos paguen por lo que sabemos hacer. Dentro del mercado de trabajo tenemos magníficos egresados de la ULL con potencial para trabajar en equipos directivos y trabajan en puestos por debajo de su cualificación con sueldos irrisorios”.

-¿Tenemos personal formado para cubrir las demandas del mercado?
“Tenemos posiblemente a la generación mejor formada de nuestra historia. Hace unos años preguntaba a mis alumnos si estaban dispuestos a trabajar en el sur y me decían que ni hablar. Ahora eso también ha cambiado. Lo que pasa es que el sector tiene que saber captarlos. Será la generación que marque el siguiente modelo turístico”.

-Además de las líneas de crédito impulsadas por el Gobierno canario a través de los bancos, ¿qué incentivos contempla la ley?
“Lo que contempla la ley de 2013 son básicamente incentivos urbanísticos: incremento de la edificabilidad, de la densidad de la parcela, el concepto de plazas premio (te multiplico las plazas cuando renuevas, de tal forma que un hotel de 100 plazas puede salir con 200 que puedes construir en otra parte de la isla) o el condominio (vender plazas turísticas dentro de los hoteles, que te permite la renovación)”.

-¿Qué debe hacer el gobierno con el alquiler vacacional?
“En Canarias la ley determina que lo residencial no puede existir en un área turística, o eres turístico o eres residencial. Pero la realidad dice lo contrario. Por tanto, de lo que se trata es de regularlo, de incorporar ese tipo de vivienda al sistema turístico. El Gobierno y los empresarios deben asumir que es una moda que ya está llegando y los operadores tendrán que incorporarla dentro de las reglas”.

-¿Ha existido una planificación turística correcta en el Archipiélago desde el punto de vista urbanístico?
“Siempre ha existido planificación. El desarrollo turístico en cualquier parte del mundo funciona por épocas expansivas (booms) y regresivas. Hemos identificados en Canarias tres grandes booms: de los 60 al 70, los 80 y del 97 a 2007. Bien porque había dinero y por un beneplácito de los ayuntamientos, hemos crecido demasiado. Se han incorporado demasiadas plazas y no se han adecuado los equipamientos y servicios al número de plazas que se estaban añadiendo. Ha habido planificación, pero quizá un crecimiento demasiado explosivo y no muy reflexionado en función de los efectos que generaba. Afortunadamente, la moratoria, que fue un mal necesario, permitió parar para pensar y reinventar el destino turístico”.