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El Gobierno y la oposición ajustan sus cuentas en políticas sociales

   
La consejera de Políticas Sociales, Inés Rojas, ayer, en la comisión parlamentaria. / FRAN PALLERO

La consejera de Políticas Sociales, Inés Rojas, ayer, en la comisión parlamentaria. / FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

El malestar por el bienestar social se visualizó ayer en la comisión parlamentaria de los presupuestos durante la comparecencia de la consejera Inés Rojas. El Gobierno autónomo y la oposición ajustaron cuentas. En medio de las rutinarias diferencias filosóficas, al menos coincidieron en algo: con este proyecto “no podemos bajar el nivel de pobreza”. Probablemente, una redistribución de la riqueza dialéctica tampoco sería suficiente.

En su exposición, la responsable de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda enmarcó las partidas presupuestarias destinadas a los departamentos bajo su coordinación en un cuadro económico impresionista. “Aunque estoy satisfecha del esfuerzo”, comentó, “claro que me hubiera gustado que el reparto fuera otro”. Rojas admitió que entre sus capacidades no se encuentra la de alterar la realidad. De cualquier modo, destacó que la consejería experimenta un incremento absoluto del 6,73%. En términos contantes y sonantes, el presupuesto sectorial sube algo más de 21 millones, hasta los 338.394.903 de un total de 6.195.439.130 euros. Los fondos para los servicios públicos esenciales, las políticas sociales propiamente dichas y vivienda aumentan el 7,79%. El mayor crecimiento se localiza en el plan contra la pobreza y la exclusión social. Concretamente, la Prestación Canaria de Inserción (PCI) registra un avance del 21,74%. Inicialmente -“siempre se ha ampliado”, puntualizó Rojas- está dotada con 28 millones de euros.

Después de las cifras -“las más altas de la legislatura”- acudieron las letras. Rosa Jerez (PSOE) y Flora Marrero (CC) lanzaron flores con olor neutro. De sus palabras se desprende que el perfume de las inversiones de la Administración General del Estado ha dañado el sentido del olfato.

Pedro Justo, de Nueva Canarias, y Milagros Bethencourt, del Partido Popular, relativizaron el impacto del peso de los números en la población menos favorecida del Archipiélago. La diputada llenó un “jarro de agua fría” con las “lágrimas de cocodrilo” de la consejera. “Quien derrocha 338 millones en un entramado de entes públicos inoperantes no debería hablar de compromiso social”, se lamentó. En la réplica, Rojas le afeó que se rasgara las vestiduras. De boquilla se avergonzó del “descaro” del PP, a lo que Bethencourt respondió con una pregunta: “¿De qué presumen ustedes?”.

Sin más gastos de saliva, y como el empleo estaba tardando en llegar, Australia Navarro dio por concluida la sesión.