X
sociedad >

Uno de cada tres jóvenes canarios se emborracha frecuentemente

   
BOTELLON Puerto de la cruz

El botellón entraña numerosos riesgos para los jóvenes, entre ellos la adicción que puede generar. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

“Todas las copas llevan a ninguna parte, y pierdes muchos días sin parar de beber. Tiras tus momentos y tus días también”. Así versa parte de la letra de la canción Días perdidos, del juvenil grupo Doozy, ideada como reclamo de una campaña puesta en marcha por la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias para alertar a los jóvenes sobre el consumo excesivo de alcohol. No en vano, según los últimos datos con los que cuenta el departamento autonómico, uno de cada tres adolescentes de las Islas se emborracha frecuentemente, siendo la edad media de inicio de consumo anterior a los 16 años.

Para el director general de Salud Pública del Ejecutivo regional, José Díaz Flores, el principal problema del alcohol radica en la “baja percepción del riesgo” que existe entre la población, que no ayuda a la juventud a discernir sobre los peligros que puede conllevar la adicción a esta sustancia. De hecho, Díaz Flores confirma que “hasta los 40 años no se inician los tratamientos de desintoxicación por alcoholismo”, lo que complica muchísimo la recuperación. “La evolución del consumo que hemos observado los últimos años nos lleva a determinar que los jóvenes se emborrachan ahora más rápido que antes, lo que ha provocado que aumente la prevalencia de intoxicaciones etílicas agudas”, recalca el director general de Salud Pública.

Por este motivo, su departamento presentó ayer la campaña Días perdidos, en la que a través de una canción y un videoclip se envía un mensaje positivo a la juventud basado en que el alcohol “no es necesario para pasarlo bien”. La canción, que se puede descargar gratuitamente desde Internet y se promocionará a través de redes sociales, está colgada ya en la página diasperdidos.com, una web en la que se puede obtener información sobre los problemas del consumo abusivo de alcohol, los mitos populares que todavía existen sobre el consumo de esta sustancia y los principales recursos a los que los menores pueden acudir si creen que tienen un problema de adicción.

Para el director general de Salud Pública, se ha utilizado una fórmula diferente, basada en la música, “para intentar llegar de manera más fácil a los jóvenes, como hacen las propias marcas de bebidas alcohólicas”. “El alcohol es la droga más consumida alguna vez en la vida, en los últimos 12 meses y en los últimos 30 días, mientras que el consumo diario se sitúa en segundo lugar después del tabaco”, recordó.

Desde el Ejecutivo autonómico se realizan actuaciones de prevención de forma periódica, encaminadas a reducir los consumos de drogas psicoactivas como el alcohol y retrasar la edad de inicio en el consumo de estas sustancias, en los diferentes ámbitos de prevención que señala el III Plan Canario sobre Drogas. Una de esas acciones se denomina Escribe tu propia historia, está dirigida al alumnado a partir de 3º de Secundaria y se desarrolla de manera flexible y fluida desde el aula, con otros contextos socializadores de educación no formal e informal, a través de redes sociales como Facebook, Tuenti y Twitter. De igual modo, los diferentes cabildos y ayuntamientos del Archipiélago, que forman parte de la Red Canaria de Atención a las Drogodependencias, subvencionada por la Consejería regional de Sanidad, realizan periódicamente actuaciones de prevención en esta materia. “La incidencia de enfermedades, tanto orgánicas como mentales por el abuso de psicoactivos se incrementa cuanto más pronto se comienza a abusar de sustancias como el alcohol”, concluye José Díaz Flores.


‘Eyeballing’, la nueva borrachera ocular

J. L. C. | Santa Cruz de Tenerife

Las borracheras y los botellones parecen tener los días contados. Al aumento de las drogas de diseño y las novedosas formas empleadas por algunos jóvenes para colocarse, hay que añadir ahora una surrealista fórmula para lograr con más rapidez y facilidad ese balsámico estado que provocan sustancias adictivas como el alcohol.

Es lo que se ha dado en llamar el eyeballing, una amenaza para la salud de los adolescentes que consiste en aplicar, de forma directa, el alcohol sobre la mucosa ocular. Importada desde Estados Unidos y especialmente el Reino Unido, se sustenta en la rapidez con la que uno se puede emborrachar si se envía el alcohol al ojo, ya que supuestamente se alcanza antes el riego sanguíneo y se reduce el tiempo de espera para conseguir el efecto deseado. Pese a que muchos médicos han alertado ya a las autoridades sanitarias de la “extrema peligrosidad” que conlleva esta práctica, la difusión de imágenes y vídeos a través de las redes sociales ha provocado que cada vez sean más los jóvenes canarios que han probado esta peculiar forma de consumo.

El dolor ocular, las erosiones e incluso la ceguera son las trágicas consecuencias a las que se enfrentan aquellos que se aventuran a practicar el eyeballing, que incluso ha dejado atrás otras prácticas igual de perjudiciales como empapar algunas bebidas en tampones o absorber licores a través de inhaladores.