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El desasosiego de Uli Dávila

   
El mediapunta mexicano debe volver al Tenerife el próximo domingo para reintegrarse al trabajo. / S. FERRERO

El mediapunta mexicano debe volver al Tenerife el próximo domingo para reintegrarse al trabajo. / S. FERRERO

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

De culebrón del verano a novela de invierno. El nombre de Ulises Dávila está más que nunca en el disparadero del CD Tenerife al aproximarse el mes de enero y con él la apertura del mercado invernal. El atacante azteca partió el pasado domingo de vacaciones hasta México, donde pasará las Navidades junto a los suyos, y reflexionará sobre su papel secundario en el equipo de Álvaro Cervera, llegando ya al final de la primera vuelta.

Uli Dávila sigue teniendo muy buen cartel en su país, y en las últimas horas se ha especulado con su posible vuelta al equipo de donde salió hace varios años traspasado hacia el Chelsea. Chivas de Guadalajara añora todavía al jugador blanquiazul, pero esta es una opción que apenas se contempla a la hora de una hipotética marcha de Uli del equipo tinerfeño en enero. Lo que parece claro es que todas las partes están incómodas con la situación del mediapunta centroamericano en el conjunto isleño. El Chelsea no ve con buenos ojos el repetido ostracismo de Uli en la Segunda División española. El jugador franquicia del Tenerife solo ha jugado de inicio cinco de los 18 choques ligueros, algo que al propio futbolista lo tiene desencantado.

Sus números en el CD Tenerife hablan por sí solos de la poca influencia que ha tenido un jugador que, ocupando plaza de extracomunitario, venía para marcar diferencias en la plantilla tinerfeñista: 450 minutos de Liga jugados únicamente, que contrastan con los más de mil minutos de Aridane (1.009), los 1.135 de Cristo Martín o los 1.333 de Suso Santana.

Su intermitencia en las alineaciones ha hecho que solo haya anotado un gol en el equipo en este tramo de competición, y su última aparición en el choque disputado ante el Sabadell no dejó buenas sensaciones en los escasos 30 minutos que estuvo en el terreno de juego. Además, la incertidumbre sobre su continuidad o no en el club después de enero ha venido aumentada con los mensajes ambiguos enviados desde la cúpula blanquiazul. “No sabemos si Uli se va o se queda”, manifestó la semana pasada Miguel Concepción, añadiendo que “todo equipo que cede a un jugador, quiere que juegue”. Tampoco han ayudado las palabras de Cervera sobre el Mexicano, de quien recientemente dijo que es un jugador “con mucha calidad, pero algo le hace falta para ser útil en este equipo”.
El míster local considera sin embargo que Uli es un jugador “muy aprovechable”, subrayando que entiende que puede ser “un fracaso” el no haber sido capaz “de hacerlo funcionar”. Por todo ello, se adivina como probable una salida de Dávila en el próximo mes de enero.