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Diego Ifrán reapareció tras cuatro semanas ausente por sanción y su presencia fue de nuevo fundamental al hacer el único tanto de su equipo para cerrar el año. / FRAN PALLERO

Diego Ifrán reapareció tras cuatro semanas ausente por sanción y su presencia fue de nuevo fundamental al hacer el único tanto de su equipo para cerrar el año. / FRAN PALLERO

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

El debate futbolístico no se cierra, pero sí de momento el de los resultados. El CD Tenerife despide el año 2014 ganando y volviendo a dejar la portería a cero, evidenciando que poco a poco va recuperando el estilo de ser sólido atrás y solvente arriba, pero todavía está a años luz de conseguir ser un equipo dinámico, regular y más equilibrado a la hora de ser igual de eficiente en ataque como en defensa.

El triunfo ante el Sabadell, gracias a un nuevo gol de Diego Ifrán, despeja de un plumazo las malas vibraciones de semanas atrás, aunque sigue dejando dudas en un entorno que cada vez es más exigente con el juego de su equipo y menos paciente con su entrenador, mayoritariamente silbado cuando su nombre se anuncia por megafonía antes del inicio del partido.

De entrada el preparador blanquiazul cumplió con lo esperado con el once elegido. Ifrán y Aridane arriba, escoltados por Suso y Cristo Martín, le dieron algo de vivacidad al juego de ataque en los primeros minutos, pero esa intención duró poco. Por detrás, Vitolo y Ricardo fueron los capos del medio campo, siendo el portuense una de las piezas más clarividentes de su equipo en los primeros 45 minutos.

La primera parte tuvo poca sustancia futbolística. El Sabadell solo inquieto a Carlos con un disparo lejano de Collantes (minuto 43), y que se vio afectado por la lesión de su delantero titular, Ernest Forgás, que se retiró del campo con esguince de tobillo en el minuto 29.

Mientras, los locales tenían mayor presencia ofensiva en el área rival con Ifrán y Aridane incordiando a la defensa catalana, pero sin llevar excesivo peligro. Más bien Suso y Cristo fueron los que se aproximaban con más profusión sobre la meta de un activo Nauzet Pérez.
Ifrán no perdona
De las mejores noticias de este CD Tenerife es la vuelta de Diego Ifrán al equipo. El uruguayo desprende peligro en cada movimiento, aunque no le ayuda no tener a nadie por su alrededor que le surta de buenos balones al espacio. Pero sus números le delatan como un auténtico cazagoles: cinco dianas en solo siete partidos que ha disputado, le hacen acreedor del título de mesías blanquiazul.

Su olfato apareció a los 37 minutos, cuando un libre indirecto señalado por el avilesino Areces Franco tras una torpeza del portero visitante, no la desaprovecha el charrúa. El ex del Deportivo soltó un misil tierra-aire y coló la pelota por el único sitio que podía hacerlo, arriba y potente. Casi imparable.
De más a menos
El gol tranquilizó a un Tenerife que había perdido el control del balón, pero sin sufrimientos atrás, y dio paso a la segunda parte en la que el guión no varió demasiado. Los de Cervera se fueron apagando y eso mantuvo vivo al Sabadell, que desperdició una contra de dos para dos con ventaja para plantarse solo ante Carlos, y poco después lanzó un balón al palo que hizo agitar a los aficionados en sus butacas temiéndose lo peor.

Pero lo peor no llegó, el Sabadell movió el banquillo pero no le dio resultado. Cervera por su parte le dio paso a Uli, cada vez más intrascendente en el juego, y posteriormente a Rivero con la idea de liberar a un Ricardo ya cansado y amonestado.

Los segundos 45 minutos se fueron por el desagüe sin pena ni gloria, pero con la tranquilidad de ver la portería de Carlos Abad a cero por tercera semana consecutiva, y la sensación de que este Tenerife no enamora, pero empieza a cosechar resultados, algo fundamental para esperar que el mercado de invierno y el nuevo año traigan un poco más de fútbol al Heliodoro.