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José Miguel González: “Me costó asimilar la cantidad de gente a la que hice tan feliz”

   
Presidente del grupo González Canarias / FRAN PALLERO

Presidente del grupo González Canarias / FRAN PALLERO

NORBERTO CHIJEB | Arico

Comenzó desde abajo, con una pequeña mecánica en Granadilla hasta que logró montar una empresa que hoy gestiona nueve gasolineras -una más que el año pasado-, una emisora de radio y da trabajo a más de cien personas, pero por encima de todo José Miguel González es conocido como el surtidor de fortuna después de repartir hace un año 200 millones de euros con el 79712, el segundo premio de la Lotería de Navidad.

-¿Fue ese día el hombre más afortunado de Tenerife?

“Si no el que más, uno de los miles que seguro dispuso del décimo agraciado. El hecho de sacarse la Lotería da una enorme alegría, pero por encima de todo me quedo con la satisfacción de haber repartido tanta fortuna”.

-¿Usted cuándo se dio cuenta de que era tanto dinero?

“Al principio no me di cuenta, no lo asimilaba, sobre todo hasta pasado el tiempo no fui conciliando el sueño y dándome cuenta de la cantidad de gente que hice feliz ese día. Como por ejemplo mis 130 trabajadores, que han podido tapar sus agujeritos, algunos han comprado casas y todos siguen conmigo, excepto un cocinero que se retiró después de 17 años en la empresa, concretamente en la estación de El Volcán de Arafo y con dos décimos en el bolsillo”.

-¿Le ha hecho daño la campaña contra Repsol por las prospecciones petrolíferas?

“La campaña contra Repsol nos ha hecho mucho daño. Nosotros somos una empresa canaria que nada tenemos que ver con las prospecciones, somos unos simples intermediarios que compramos la gasolina en el mercado y la vendemos, simplemente. Hoy estamos con Repsol, mañana ya veremos”.

-200 millones significan tanto como el dinero que se va a gastar Repsol en las prospecciones.

“Eso se lo he dicho yo a ellos, para que se dieran cuenta de qué cantidad tan grande repartimos en la Isla, aunque también se beneficiaron otras islas, porque por nuestras gasolineras pasaron muchos de La Palma, La Gomera o El Hierro”.

-Dado el éxito, este año apenas ha habido tiempo para adquirir el número elegido por usted. ¿Por qué el 68.961?

“En realidad todos los años traemos dos series completas y siempre elijo una terminación. El año pasado fue el 12 y para este me gustó el 61. Sin decir nada a nadie lo pusimos hace unas semanas a la venta a partir de las seis de la mañana en las ocho gasolineras y se despachó toda la serie, los 1.600 décimos, en apenas una hora y media, aunque este año traímos dos series más terminadas en 3 y 5 porque con ellos sorteamos un coche, una moto y 5.000 litros de combustible, una campaña que nos ha dado un 20% más de rendimiento en el negocio. Además, si sale el gordo, a todos aquellos que tengan el número le devolvemos todo el dinero que hayan puesto de combustible en nuestras gasolineras desde el 1 de septiembre al 22 de diciembre. Si sale tendríamos que devolver unos catorce millones de euros, por lo que he tenido que quedarme con tres billetes para cubrir esa cantidad de dinero”.

-¿El receptor de estación de La Chasnera es además la cuarta de España en vender por máquina?

“La semana pasada, según nos comentó el delegado de la ONLAE en Tenerife, Luis de Montis, íbamos en el cuarto puesto a nivel nacional. En este receptor hemos dado varios premios a lo largo del año y eso cuenta”.

-¿Es verdad eso de que las estaciones la ganancia está más en los servicios que presta, como tienda, limpiacoches o cafetería que en la propia venta de combustible?

“Es un cúmulo de todos, todo suma, pero es evidente que el porcentaje de ganancias en esos servicios es superior al de la gasolina, donde más del 50% son impuestos”.

-¿Usted, como Rajoy, ve los brotes verdes en la economía?

“Es indudable que para nosotros ha sido un año muy bueno, lo que hay que intentar es seguir manteniendo el nivel como promociones como las que tenemos, que nos ha servido para aumentar las ventas más de un 20%”.

Un cortado y un décimo premiado para Mohamed

El spot del Gordo de Navidad nunca pasa desapercibido y este año, si cabe, menos. Sin ir más lejos, José Miguel González vivió en primera persona la historia del camarero que le entrega un décimo del Gordo a un cliente habitual, aunque no quiso desvelarla hasta cuando al ver el anuncio recordó que él protagonizó una historia similar. Sucedió el día después del sorteo del año pasado, cuando localizó a Mohamed, un emigrante saharaui con quien intercambiaba cinco décimos de lotería. Aquel día tenía el sobre con los cinco números, pero Mohamed no los había intercambiado en esta ocasión. Sin embargo, le localizó por teléfono y le invitó a tomar un cortado en la gasolinera de San Isidro, donde le entregó un sobre, con cinco décimos.

“Ya están jugados”, dijo Mohamed, quien añadió , “y este está premiado”. “Eso, son tus décimos y uno con el segundo premio”…el resto del relato ya se le pueden imaginar, lágrimas de emoción, abrazos y otra botella de cava descorchada un día después de haberse convertido la gasolinera en un surtidor de fortuna.