Un simulacro muy real

La evacuación de un herido fue uno de los ejercicios realizados en el simulacro en la central de Endesa. | DA

NORBERTO CHIJEB |Candelaria

“No pase, hay un simulacro muy real”. Esa fue la respuesta de un vigilante de la central térmica de Endesa, en Las Caletillas, a un periodista que se acercó hasta allí para intentar cubrir gráficamente el protocolo de seguridad.
Sin embargo, al tratarse de un simulacro en el interior de la central y de hacerse de “manera real”, según apuntan la empresa, no se permitió la entrada a ninguna persona ajena al mismo.

El ejercicio constó de un simulacro de incendio en el marco del Plan de Emergencias de la instalación, en el que participaron medios de ayuda externa -Bomberos, Policía Local, Protección Civil- junto con el personal propio de la central.

Los bomberos intervinieron para sofocar un supuesto incendio. | DA

Se simuló un derrame e incendio de combustible en uno de los cubetos de los tanques de la central, con posterior explosión de botellas de acetileno y oxígeno que se encuentran ubicadas en el interior del mismo cubeto y la deflagración afecta a un trabajador de una empresa contratista.

Días antes del simulacro, la empresa Endesa y el Ayuntamiento de Candelaria avisaron a los vecinos de la zona de Las Caletillas de la activación de alarmas sonoras, incluidas en el plan, para impedir que cundiera el pánico, a la vez que se pedía disculpas por las molestias ocasionadas. Endesa suele realizar al menos un simulacro al año, aunque no siempre del mismo nivel, que, posteriormente, es motivo de análisis de todos los efectivos participantes en el ejercicio, que con esta práctica ensayan y mejoran los protocolos de actuación ante potenciales accidentes en la central térmica.