Temporada de caza – Por Carlos Alonso

Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque no era comunista. Luego vinieron a por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por los estudiantes y no me preocupé, pues era parte del sistema. Luego vinieron por los periodistas y me quedé callado, porque no me interesaba enterarme de nada. Luego vinieron por los homosexuales y ni siquiera quiere enterarme, pues soy heterosexual. Luego vinieron por los negros pero como soy blanco tampoco me importó y no hice nada. Luego vinieron por mí, pero para entonces ya no quedaba nadie al que le importara no quisiera hacer nada por mí”. Martín Niemöller (Pastor luterano encarcelado de 1937 a 1945 por el Gobierno de Hitler)

Hace unas semanas, los medios de comunicación nos informaron del caso Corredor, un sumario judicial que afectaba, entre otras personas, al candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno, Fernando Clavijo. Nos enteramos que su teléfono había estado pinchado durante casi un año. Y que las imputaciones que se le realizaban no habían podido hacerse antes ya que había un problema con una máquina para hacer fotocopias del sumario.
Es importante decir que a Fernando Clavijo no le acusan de haber cogido dinero público para meterlo en su bolsillo. Se le acusa de recomendar a una persona de su municipio para un puesto de trabajo, de no excluir de las ayudas a los vecinos de Las Chumberas a una concejal socialista que era vecina de esa zona y de irregularidades en el expediente de cierre de un local de copas. Son asuntos cotidianos en la vida de cualquier alcalde.
Pasados unos días nos hemos ido enterando de más cosas. Que la fiscalía ha retirado una de las acusaciones, la de recomendar a un vecino. Nos hemos enterado que las grabaciones realizadas en el despacho de Fernando Clavijo por un empresario han sido manipuladas para reproducir sólo aquellos pedazos de la conversación que le interesaban al empresario que las grabó en la que pedía asuntos que no se le concedieron. Y unas grabaciones, por último, donde no se ha realizado una prueba pericial para determinar si la voz que aparece es la del propio Clavijo.

El procedimiento judicial se ha sustentado sobre la base de una grabación que ha sido manipulada. Se abrieron investigaciones y se ordenó que su teléfono fuera intervenido durante casi un año. Y por si fuera poco, ahora no aparecen los autos de esa intervención firmados por un magistrado; ni de los de sus sucesivas prórrogas. Esto sólo nos lleva a una sensación de indefensión, de estupor y de asombro.

Desde hace unos años se ha instalado la caza del político como un deporte que practican medios de comunicación, ciudadanos y, lo que es peor, los propios políticos. Estamos perdiendo el respeto por lo que es el servicio público. Es cierto que hay casos de corrupción escandalosos de personas que se han enriquecido con la vida pública. Pero los malos políticos no son más que los malos abogados, los malos periodistas, los malos empresarios, los malos sindicalistas, los farmacéuticos o los malos fontaneros.

Creo firmemente en el sistema judicial por lo que todas estas irregularidades en el caso Corredor requieren como mínimo una explicación. La vida privada de Fernando Clavijo ha sido expuesta a los ojos de todo el mundo. Su honor y su futuro político han sido dañados por una grabación ilegal y manipulada que ha sido admitida y usada como prueba.

Esta cacería al político no es buena. Denostar a la clase política no es positivo ni para la sociedad ni para la democracia, supone poner en riesgo los derechos individuales de cada ciudadano y enfrentarlos entre sí. Sin política nos quedaremos también sin ciudadanos, sin sus derechos. Quedarnos impasibles es aceptar que no todos los ciudadanos son iguales ante la ley y quienes hoy lo aplaudan deberían pensar que cualquier día podría tocarle a ellos y será tarde porque el sistema ya no funcionará.

Presidente del Cabildo de Tenerife