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Canarias en Fitur – Por Leopoldo Fernández

   

Un año más, la presencia canaria en la Feria Internacional de Turismo de Madrid, Fitur, está sirviendo para presentar y vender la mejor imagen de las Islas. La cita anual de una de las tres grandes ferias mundiales de la especialidad permite a las autoridades y al propio sector turístico isleño tomar el pulso a touroperadores, compañías de aviación, agencias de viaje y todo un mundo de intereses -tecnológicos, deportivos, ambientales, recreativos, paisajísticos, gastronómicos, museísticos, de transportes, etc.- que necesariamente confluyen en el turismo y su muy variada oferta. En las reuniones hasta ahora celebradas se ha acreditado nuevamente que Canarias sigue siendo un destino vacacional de primerísimo nivel por su clima, sus playas, sus atractivos naturales y todo ese conjunto de ganchos y reclamos que seducen y cautivan a nuestros visitantes. La apertura de nuevos mercados y la mejora de la calidad y diversidad de la oferta siguen siendo objetivos irrenunciables en los que viene trabajando la iniciativa privada con el apoyo expreso de las autoridades locales, insulares y regionales en sincera y estrecha colaboración. En ese sentido se están abriendo nuevas e interesantes posibilidades para el turismo de compras y salud. Ambos han debutado este año en Fitur con propuestas novedosas de interés para Canarias, que necesita incorporar especialidades y atractivos para complementar y enriquecer su oferta tradicional de sol y playa. La rehabilitación y modernización de la planta hotelera, la mejora de la conectividad, la conversión de las Islas en plató cinematográfico internacional, el mayor cuidado del entorno urbano y de la atención personal y profesional y las nuevas ventajas fiscales que aporta el REF recién aprobado constituyen también nuevos polos de atracción para inversores y visitantes. Pero quizás el reto más urgente sea la recuperación del mercado turístico peninsular, donde Canarias pierde aún, pese al excelente año turístico recién terminado -casi 13 millones de turistas y unos ingresos que pueden rondar los 13.900 millones de euros, récords históricos en ambos casos-, un millón largo de visitantes a causa de la crisis económica. Unas campañas publicitarias bien diseñadas y unos precios competitivos pueden convertirse en el mejor reclamo.